Medio: El Día
Fecha de la publicación: miércoles 21 de noviembre de 2018
Categoría: Institucional
Subcategoría: Servicio de Registro Cívico (SERECI)
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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No queda otra salida, pues se trata de la única opción para que el sistema electoral boliviano no se vaya por el despeñadero, luego de confirmar que la información de los ciudadanos, los datos de los votantes, están agarrados con alfileres y son manipulables por cualquier inescrupuloso que quiere torcer la realidad, tal como se ha visto con la inscripción de militantes, una burla mayúscula, especialmente del oficialismo.
Era como para dudar (aunque nadie lo advirtió) de los ostentosos anuncios que hacían los operadores políticos del Gobierno cuando se inició el proceso de inscripción de militantes y aseguraban haber llegado a millones de anotados en pocos días. Las autoridades electorales tienen mucho qué explicar sobre el uso que se le ha dado al padrón y el Ministerio Público está obligado a investigar y determinar quién es el culpable de este acto doloso.
Hay muy pocas razones para entusiasmarse con las promesas de transparencia del Órgano Electoral, pues venimos asistiendo a reiterados eventos de votación con un padrón totalmente contaminado con ciudadanos fallecidos, documentos duplicados y muchas otras irregularidades que se han estado ignorando sistemáticamente. La gota que ha rebalsado el vaso sin duda alguna, es este episodio lamentable que ha conmocionado a la población, cuyos datos personales han sido manoseados alevosamente.
Además de la falta de voluntad política del régimen, de la forma tan desvergonzada con la que presiona e impone sus intereses sobre las autoridades electorales, hoy conspira contra la transparencia, la zafacoca con la que se está manejando el proceso eleccionario, con un calendario muy apretado y plazos fatales, que justamente se han previsto para generar confusión aprovechar de pescar en río revuelto.
Insistimos en que el TSE no puede minimizar este asunto y menos aún lavarse las manos. Alguien tiene que responder por este manejo abusivo que se ha hecho del padrón y además de identificar con detalle a los responsables y las maniobras utilizadas. La gente tiene el derecho a saber qué ha pasado y lógicamente está exigiendo con insistencia que haya una depuración antes de ingresar de lleno en el proceso eleccionario de 2019.
En las actuales condiciones, la democracia está herida de muerte y seguramente habrá muerto cuando se haya bastardeado la única herramienta que tiene el ciudadano en sus manos para mantener viva la utopía de la soberanía del pueblo. El voto universal, secreto y transparente es la última esperanza que nos queda de mantener vivo el progreso de la democracia, de lo contrario habrá sido interrumpido por la dictadura, si es que esto no ocurrió ya.
El TSE no puede minimizar el escándalo de las militancias truchas y menos aún lavarse las manos. Alguien tiene que responder por este manejo abusivo que se ha hecho del padrón y además de identificar con detalle a los responsables y las maniobras utilizadas.