Ante el hecho  premeditado de  la ofensa realizada  contra el primer  mandatario, nos toca manifestar el desagravio a nombre de Potosi. Puesto que  merece que se le haga ese desagravio, dado que su investidura  merece esa consideración. Porque debemos  reconocer  que es el  primer mandatario del país que ha venido en mostrar su calidad de buen político, que ha  sabido y sabe cumplir su encargo social como ningún otro  Presidente. Porque su labor  es haber hecho obras en favor de las regiones y de los Departamentos, comenzando por preocuparse  por la infraestructura en el campo de  la salud, de la vivienda, de la educación, la apertura de vias, la solución del riego,  como la asistencia a los danmificados por la fenómenos naturales  y la distribución de la renta por el incremento de los beneficios de la venta del gas y la industrialización de los hidrocarburos  y el apoyo prestado  a los productores agrarios y pecuarios. Hechos que ninguno de los  mandatarios del pasado  realizaron, por pensar en sus intereses personales y de partido. Por ello es  necesario saber reconocer esa labor que ha venido desplegando en favor de todo el país. Y esos hechos  demuestran la significación de su obra, que  no solo tiene carácter local, sino nacional. Ahora  el no saber reconocer esa labor,  nos situa en una posición de  tontos y necios, prestos ha mentir, por el solo hecho de no estar de acuerdo con su origen y con la forma de  encarar los problemas  de cara la país. Que antes de ahora, nunca el país  mereció la atención necesaria a sus necesidades. Puesto que los partidos y los grupos solo pensaban en su beneficio personal y en saber apoderarse del erario público y malgastar en cosas insulsas, que ahora se quiere desconocer los hechos efectuados por el mandatario, indilgando además que hay corrupción institucional, sin comprender que esa es una herencia del pasado, que no han podido erradicar los partidos, porque siempre se valieron de esa conducta inmoral. Hecho que surge de la falta de no haber sabido cultivar valores morales adecuados, todo por la educación conservadora y tradicionalista que se ha practicado y que siempre se  piensa  que el mandatario  es culpable y no el perverso, el maleante, que nunca ha  demostrado trabajo y esfuerzo personal para comprender los problemas del país. Y  la clase media esta imbuida de que el mandatario debe servirles, porque esa clase media improductiva dice que merece gozar de las libertades, de los derechos y de las prerrogativas, sin haber aportado nada de su parte. Todo porque los valores morales y cívicos nunca practicaron, por eso que  piensan  que  el Estado está en el deber de someterse a sus designios. Puesto que la oligarquia chapetona y mestiza siempre  impuso ese criterio desde el inicio de la República, por estar subordinado al imperio. Porque el fin era negarles a las demás naciones su participación en el ejercicio ciudadano, como su libertad de pensar y hacer. Por ello que estamos obligados a reconocer la labor del mandatario que nos gobierna y no podemos permitir que un ignaro le ofenda; porque su audacia le ha impulsado ha cometer ese acto  irracional. Y la derecha mediocre y atrasada ha batido palmas por ese acto imberbe e inconsciente, porque ha considerado que es un derecho el ofender, por no estar de acuerdo con su investidura.  Por ello vale la pena expresarle nuestro desagravio al Presidente. Y ese acto es reconocerle  el valor  moral y civil como  primer mandatario. Porque ahora para pesar de muchos fue ungido como Doctor Honoris Causa.