Medio: La Patria
Fecha de la publicación: lunes 19 de noviembre de 2018
Categoría: Conflictos sociales
Subcategoría: Marchas, bloqueos, paros y otros
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Para la jornada presente se anunció con la debida antelación, que se producirá el "bloqueo de las mil esquinas", lo que implica propiamente paralizar la regular actividad de la ciudad con los perjuicios consiguientes a mucha gente que al margen de los afectados por el incumplimiento de obras municipales, verán alteradas sus labores regulares que se cumplen en diferentes sectores de la ciudad, principalmente en la zona central donde funciona el aparato de la administración pública. Seguramente se adoptarán medidas paliativas para evitar molestias por un lado a trabajadores y amas de casa y peligro a los estudiantes, aplicando jornada única y suspensión de clases.
La medida de la Federación de Juntas Vecinales (Fedjuve), es el corolario de una serie de reclamos que han sido formulados semanas atrás y tal parece que no han sido tomados en cuenta en los niveles ejecutivos del municipio, menos en el Concejo Edil, donde deberían considerarse estos temas buscando soluciones que sean instruidas en su cumplimiento para evitar la protesta ciudadana.
Es evidente que en la gestión actual, incluyendo al alcalde enjuiciado y a la alcaldesa interina, no se observan proyectos nuevos y lo único que se hace es trabajar en la continuidad de obras, algunas hasta de dos gestiones atrás que no pueden culminar por falta de elementos prácticos, responsabilidad jurídica, inapropiado uso de los fondos municipales, prioridad en tareas de maquillaje urbano en algunos barrios y olvido lamentable en ejecución de proyectos de saneamiento básico en gran número de urbanizaciones periféricas, donde hace años no se puede enlosetar o pavimentar las calles, tampoco trabajar en dotación de aceras y menos en complementar instalaciones de agua y alcantarillado.
Es un hecho muy concreto que la suspensión del alcalde titular ha complicado su ya deficiente programa de obras y la designación de la alcaldesa interina, es el sello que completa un periodo caótico en el municipio orureño, donde prevalece la falta de autoridad, carencia de recursos para el desarrollo de obras que sean de utilidad colectiva y no de gastos suntuarios en proyectos cuyo futuro es de dudoso beneficio a la ciudadanía en general, pero que insume importante cantidad del presupuesto municipal.
La situación del Alcalde y su entusiasmo por volver a su cargo, es otro tema que debe ser aclarado seriamente, en función a las disposiciones legales vigentes y que tienen que ver con el caso de las mochilas. Se ha dicho que existe un gasto millonario por el sobreprecio en la confección de esas mochilas que además fueron fabricadas en la China y que son de dudosa calidad. El gasto fue hecho y alguien debe responsabilizarse de esa situación. Sea quien fuese, el asunto merece un esclarecimiento urgente.
Mientras tanto los miles de ciudadanos orureños están pendientes de soluciones urgentes que se dispongan desde el Concejo Municipal, disciplinado cumplimiento por parte del Ejecutivo comunal y un buen trabajo de técnicos en el desarrollo de las obras pendientes, debidamente respaldadas con acertado gasto de los muy restringidos fondos municipales. La Alcaldía de Oruro, merece un trabajo más responsable, operativo y menos festivo en programas de injustificada promoción, para evitar perjuicios al grueso de la población.