“En el recorrido del área se tomaron 34 coordenadas de parcelas y fotografías, no se pudo verificar ninguna persona dentro del área, solo un pahuichi”, indica el acta de inspección que lleva las firmas de los presentes.

Maritza Flores, concejala de Roboré que participó de dicha inspección, informó de que el lugar está deshabitado, no se han levantado viviendas y que existen algunas plantas de maíz. El terreno (1.700 hectáreas) se encuentra desmontado y en la zona han encontrado huellas de animales silvestres, como jochi, anta, jaguar y otros.

Explicó que durante la inspección se hicieron mediciones del lugar y luego todo acabó con la firma del acta.

Esta inspección se hizo en cumplimiento del acuerdo suscrito el jueves por el INRA, la ABT y las autoridades municipales de Roboré, con la finalidad de realizar una evaluación técnico-legal de la resolución de autorización de asentamiento otorgada por el INRA a la comunidad Tupac Amaru, pues los roborenses aseguran que se encuentra dentro del área protegida Paquió, por lo que piden que dicha resolución sea anulada.

El INRA tiene un plazo de 30 días calendario para emitir el auto de evaluación.