Comenzando por el doble aguinaldo 2018, seguido del Seguro Universal de Salud y de la ampliación del Régimen Simplificado, el Gobierno trata de promocionar la cuarta reelección del presidente Evo Morales, desconociendo el veredicto popular del 21 de febrero de 2016, pronunciamiento que vetó más de dos elecciones seguidas para presidente y vicepresidente del Estado. Estas decisiones mucho tienen que ver con el temor oficialista de no repetir sus anteriores votaciones exitosas.

El Gobierno ha establecido que el doble aguinaldo se pagará cuando el crecimiento del país sea igual o mayor al 4.5 anual. El INE y otros organismos del Estado sostienen que esa meta está lograda, mientras que para el Fondo Monetario Internacional y la Cepal, principalmente, el crecimiento de la presente gestión oscila entre el 3.9 y el 4% PIB.

El doble aguinaldo pagadero el presente año ha sido representado por las asociaciones de la empresa privada como inviable, sobre todo para las empresas medianas, pequeñas y las micro empresas. Éstas últimas consideran enfáticamente su imposibilidad de atender esa obligación. Otros factores adversos son el incremento de la desocupación, notoriamente creciente; el desaliento a la creación de nuevos emprendimientos; provoca el alza de precios de los insumos básicos en los mercados desde su anuncio y, por último, beneficia solamente a un 20 a 25% de la masa trabajadora, habida cuenta de que el sector informal mayoritario no percibe ni un aguinaldo. El Gobierno ha desechado la demanda de que solo los asalariados con Bs. 7.000 o menos, perciban dicho pago y no los que ganan mayores salarios. Obviamente la alta burocracia estatal y descentralizada será la mejor beneficiada por sus crecidos sueldos y ello es visto como un objetivo oficialista.

Le sigue el Seguro Universal de Salud, medida por cierto necesaria para la inmensa mayoría poblacional, pero imposible de ejecución en las actuales condiciones deficitarias de salubridad. Los médicos colegiados del país hacen notar que no existe estructura hospitalaria adecuada, tampoco equipamiento, insumos y recursos humanos suficientes. Se calcula en 28.000 el número de plazas necesarias en las presentes condiciones. El mismo sector se opone a la centralización médica y defiende la autonomía departamental del rubro.

La última medida electoralista adoptada es el incremento del Régimen Tributario Simplificado de Bs. 37.000 a Bs. 60.000. Esta disposición va en desmedro de las recaudaciones del Tesoro General del Estado. Regirá desde el 1 de enero de 2019 y goza del aplauso de los miles de gremiales, en un país carente de fuentes de trabajo como el nuestro. Ninguna de estas medidas es realmente positiva para la economía nacional y en su análisis final será negativa para la población boliviana en su conjunto. Ni éste ni razonamiento alguno es valedero cuando impera la ciega retención del poder y del poder total.