Medio: La Patria
Fecha de la publicación: jueves 15 de noviembre de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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En estas dos oportunidades también quedó demostrado que las encuestas -las independientes, claro está- basadas en nuevas técnicas, muestran con bastante acierto las tendencias de los electores. Todo esto impide errores y fiascos como el del Chicago Tribune que se edita en la capital del estado de Illinois, que, en su portada del 3 de noviembre de 1948, tituló: "Dewey defeats Truman (Dewey derrota a Truman), cuando en realidad, un día antes, Truman ya había triunfado.
Las encuestas en Brasil fueron cambiando a medida que variaban las preferencias y, al final, el triunfo de Jair Bolsonaro se confirmó con notable precisión. El inicial favoritismo hacia el luego inhabilitado expresidente Inácio ´Lula´ da Silva, no lo heredó el nuevo candidato petista, Fernando Haddad. Mientras tanto, crecía el gran respaldo a Jair Bolsonaro, un político con tendencias liberales y, por tanto, opuesto a la línea de izquierda de un PT muy deteriorado por los escándalos de corrupción.
En Estados Unidos, hubo sectores que anunciaban una catastrófica derrota de los republicanos que afectaría negativamente al presidente Trump. Este presagio pudo ser influido por una tendencia de las elecciones de medio término en ese país: "El partido de la oposición (en Estados Unidos) tiende a tener más energía a medio plazo, e históricamente eso ha llevado a que el partido del presidente pierda sus escaños. Desde la Guerra Civil de Estados Unidos en la década de 1860, el partido del presidente ha perdido terreno en 36 de las 39 elecciones de mitad de periodo". "Los peores resultados a medio plazo desde la Segunda Guerra Mundial: los demócratas perdieron 63 escaños en la Cámara de Representantes bajo el presidente Barack Obama en 2010…" (Jim Malone. The Voice of America, 05.11.2018).
Pero no siempre la historia se repite: en Estados Unidos el opositor Partido Demócrata en las pasadas elecciones solo obtuvo la mayoría en la Cámara de Representantes, mientras los republicanos ampliaron la suya en el Senado, contando, además, con mayor número de gobernadores. Esto, si se quiere, fue un empate.