Édgar Bazán, actualmente con medidas preventivas por presunta corrupción en la compra de mochilas escolares, se presentó este miércoles en la Alcaldía de Oruro para retomar sus funciones como máxima autoridad edil, pero se encontró con la puerta de la oficina cerrada y no pudo lograr su objetivo, reportó radio Pío XII de la Red ERBOL.
Bazán fue enviado a la cárcel en mayo de este año, acusado de comprar mochilas hechas en China mediante una modalidad que le obligaba a adquirirlas de productores nacionales. El Concejo Municipal nombró a Hilaria Sejas como Alcaldesa suplente.
Bazán salió de la cárcel luego de que en julio la justicia le otorgó medidas sustantivas a la detención preventiva, entre ellas arresto domiciliario. Luego tramitó que se le autorice salidas para ir a trabajar.
Explicó que, en virtud a una apelación se le otorgó permiso para ir a trabajar, con lo cual a su criterio estaría habilitado para retornar a su cargo.
Sin embargo, el director jurídico de la Alcaldía, Raúl Aquino, mencionó que la resolución del juez Sergio Vásquez, que conoce el caso mochilas, señala que no tiene la atribución de ordenar la restitución de Bazán a su fuente laboral.
Aquino indicó que Hilaria Sejas ejerce el cargo de Alcaldesa de acuerdo a una resolución del Concejo Municipal, y que se tendría que anular esa decisión para que Bazán retorne al cargo.
Bazán respondió que, si bien el juez no puede ordenar restituirlo, le dio permiso para trabajar en su fuente laboral acreditada.
Al medio día, Bazán decidió retirarse de la Alcaldía dado que no le abrían la puerta de la oficina de Alcalde, pero aseguró que volvería.