Dentro de ese contexto ayer emitió un mensaje a los nacionales, en el que rechaza el fallo del Tribunal Constitucional, que da luz verde a los actuales Mandatarios para que se presenten a una reelección en los comicios del 2019.

Señala: "una vez más la población está en una situación de decepción y desilusión tras este fallo que rompe los principios básicos de la democracia, como son el respeto a las leyes, a la institucionalidad y a la separación de los poderes del Estado, lo cual allana el camino al totalitarismo y al dominio del más fuerte".

Por cierto que la posición es bastante dura, pero recoge el sentimiento del pueblo, el que ha expresado su protesta por medio de manifestaciones y pronunciamientos, así como en los resultados de las elecciones judiciales, en las que el voto nulo fue mayoritario.

Debemos manifestar que por la cercanía de la Iglesia al pueblo está obligada a atender sus aflicciones, tanto materiales como espirituales y, en esta oportunidad, prácticamente se ha convertido en vocera de esa posición respecto a la vulneración de sus derechos, en esta oportunidad de su mandato que debía tener carácter vinculante e inalienable, como es el haberse pronunciado en contra de una nueva reelección en el referéndum del 2016.

Una parlamentaria oficialista, rechazó la posición eclesial, hablando a nombre de los católicos, en una apropiación indebida de una representación que no la tiene, así como sucede cuando se respalda actos violatorios de la Constitución Política del Estado a nombre del pueblo.

Creemos que las autoridades están obligadas a reflexionar sobre este mensaje, que es la voz de las mayorías, evitando los improperios y la denigración.