Al rojo vivo se pusieron las denuncias por el caso Lava Jato y la campaña preelectoral, por los cruces entre Evo Morales y Carlos Mesa. El presidente le dio 24 horas de plazo, que concluye hoy, al exmandatario y vocero de la demanda marítima para que presente pruebas contra él de sobornos para adjudicar obras a compañías brasileñas. Si Mesa no le responde hasta hoy, Morales dice que tendrá que “atenerse a las consecuencias”. ¿Cuál será el desenlace de esta advertencia? Es una incógnita. La de hoy es una jornada clave para el caso Lava Jato, que se ventilará en el Legislativo, con amplia mayoría del MAS. Un informe oficialista recomienda que Mesa sea investigado por la Fiscalía. ¿En qué terminará la pulseada entre dos políticos que intentan polarizar la campaña? Todavía es un misterio, aunque de entrada se ve una pugna verbal feroz, en la que determinar la verdad del caso Lava Jato no parece ser la prioridad.

También se puso al rojo vivo el conflicto en la Chiquitania, por el violento desenlace que tuvo una protesta de la población de Roboré por la ocupación de reservas naturales. El INRA se enredó con este problema, que no es el único, y no atendió con celeridad una demanda legítima de protección de áreas como el Valle de Tucabaca. Una pésima gestión gubernamental del conflicto ha generado un incendio social que debe ser sofocado con soluciones rápidas.

CNN demandó a Donald Trump, en otro capítulo de la guerra del presidente de EEUU con algunos medios de referencia de ese país. No es habitual que el periodismo enjuicie a una primera autoridad, pero está claro que cuando peligra la libertad de prensa la respuesta debe ser valiente y firme por la salud de la democracia.