Medio: La Patria
Fecha de la publicación: martes 13 de noviembre de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Este martes 13 es el último día para la solicitud del registro de alianzas por parte de las organizaciones políticas ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE), eso significa, ni más ni menos, que se venció el término para que estén conformados los acuerdos entre más de un partido que con objetivos comunes se presenten al evento electoral, esperanzados en rescatar el mayor apoyo ciudadano que sea expresado a través del voto libre y democrático, pero sobre todo en un esquema de pleno respeto a la Constitución.
Estos últimos días han sido de intensas reuniones entre representantes de los partidos vigentes, algunas organizaciones sociales y de varias plataformas ciudadanas, que especialmente en ciudades de La Paz y Santa Cruz han mostrado mayor cohesión en sus planteamientos y de manera especial en la defensa del 21 F.
La ciudadanía vive horas de expectación en torno a lo que surja al filo del plazo en base a resultados concretos sobre las posiciones de líderes de oposición que han estado negociando alianzas, aunque algunas resultaron frustradas por ciertas posiciones ideológicas no precisamente coincidentes y hasta conflictivas en propósitos de servicio comunitario. Un caso comentado como factor adverso entre los candidatos de mayor "arrastre" electoral, causaba una división a tiempo de tratar una propuesta de federalización del país, cuando el otro candidato y que es el referente de una supuesta oposición unida, propone profundizar las autonomías como modelo democrático en la instancia programática de gobernabilidad.
Resulta por otra parte compleja la posición de otros candidatos, porque hay varios que se contradicen en la forma de elección de los candidatos a presidente y vicepresidente formando binomios que estén en una misma línea para no generar más rechazos que apoyos.
Por lo visto una vez más se observa que no hay definiciones concretas entre los candidatos políticos para unir esfuerzos en la búsqueda de conformar un solo frente que agrupe el mayor número de siglas y lógicamente de ideales paralelos para consolidar una alternativa que pueda convalidarse electoralmente como parte de las grandes decisiones "sociales" de un electorado, que ojalá no llegue atomizado por la inscripción de muchos frentes, con ideas de varios candidatos que diluyan las posibilidades de ejercer abierta y responsablemente el derecho ciudadano a elegir entre los mejores binomios que más adelante serán candidatos para conducir la nave del Estado.
En todo caso prevalece en la ciudadanía el criterio de asumir defensa por el respeto a la Constitución, reclamar el cumplimiento de normas y reglas claras de juego en las que predominen el respeto a los derechos ciudadanos, la justicia y la libertad, elementos que practicados de manera elemental, pueden conducir a los bolivianos a una realidad, cuyo resultado será inapelable, si otros intereses no distorsionan los fines expuestos por las mayorías democráticamente organizadas.