Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: sábado 10 de noviembre de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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“La percepción que tengo es que los jóvenes no están muy politizados, en el sentido de que no están presentes en los debates nacionales”, refiere Rafael Loayza, director de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Católica Boliviana (UCB).
Sin embargo, Loayza reconoce que Bolivia es un país que históricamente ha sido politizado, y eso cambiará cuando se aproximen las elecciones (octubre 2019), y la campaña será un elemento de discusión más crucial.
Para la autoridad académica tal vez los jóvenes están más preocupados en cuestiones relacionadas con sus objetivos.
“La generación a la que pertenezco fue politizada, hemos sido los hijos de la época dictatorial, los hijos de la democracia, nuestro lenguaje estaba implicado con la política y el retorno a la democracia. La nueva generación no, hay una estabilidad democrática bastante larga, están menos concentrados en los debates políticos, pero las elecciones terminarán de politizar a todos”, anticipó Loayza.
Sociedad politizada
Nicolás Laguna, director ejecutivo de Agetic, considera que la sociedad boliviana está altamente politizada. “Un compañero me decía que para los bolivianos no es fútbol, sino la política, el escenario de distracción, de debate; pesa más la política que el fútbol en relación con otros países”.
Otro dato revelador es que el 67% de la población, es decir dos tercios, está conectado a Internet, y el 33% todavía no accede por cuestiones de género, edad y socioeconómicas, pero se busca reducir esa brecha.
Laguna, ejecutivo de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnología de Información y Comunicación (Agetic), informó que se realizaron 5.536 encuestas en todo el país (5.033 a internautas y 503 a no internautas) que establecieron que del 67% que recibe información por las redes sociales apenas el 3% las considera una fuente creíble de información. La TV tiene una credibilidad mucho más alta.
“Se viene un año electoral y las redes sociales serán el escenario de la disputa ideológica de ideas, donde hay quienes no escatiman en utilizar la difamación, la mentira y la falsedad como parte de su estrategia, y hay otros, como dijo el presidente Evo Morales, que buscamos la verdad, como el elemento sustancial para esta confrontación de ideas que representa la democracia”, resaltó.
Laguna considera que la población es sumamente inteligente a la hora de leer noticias, sabe discernir e interpretar lo que recibe; sin embargo, reconoce que hace dos o tres años las estrategias de mentira y de difamación (caso Zapata) en las redes sociales “lograron sorprendernos a todos, al Gobierno, a las organizaciones sociales, porque no estábamos acostumbrados”.
En cambio, señala que en estos dos últimos años se maduró mucho y se aprendió a relacionar mejor con las redes sociales, por lo que en este proceso la gente sabrá discernir qué es verdad, qué es mentira y cómo ordenar sus ideas.
“Lo que hay que hacer es discernir, confirmar las fuentes, si leo en las redes sociales y no lo comentan los medios de comunicación probablemente no está sustentado en la realidad”, remarcó.
Desinterés y redes
Tatiana Calle, secretaria general del Centro de Estudiantes de Sociología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), reconoce que en los jóvenes de su edad “hay desinterés en temas de la coyuntura política porque consideran que política es sinónimo de corrupción y que con las mismas personas (candidatos) no habrá cambio”.
Sin embargo, refiere que los jóvenes tendrían que prepararse para incidir en el ámbito político si realmente quieren que haya un cambio.
José Cortez, estudiante de Derecho, y Silvia Delgado, de Trabajo Social, de la ‘U’ paceña, dijeron, por separado, que están más interesados en concluir sus respectivas carreras antes que dedicarse a la actividad política, aunque reconocen que les preocupa que no tengan posibilidades de empleo como les ocurre a algunos de sus compañeros que egresaron e incluso se titularon.
También comentaron que se informan a través de las redes sociales, y en sus casas por televisión, y que casi no se compran periódicos.
Además, indican que a diferencia de otras personas no son tan adictos a las redes, aunque se comunican sobre todo por WhatsApp.
Giovani Carlo Ayllón, senador suplente por La Paz, del Movimiento Al Socialismo (MAS), de 31 años, apunta que la juventud es apática a la política.
Advierte que esa situación está llevando a que por ejemplo las banderas de los derechos humanos y de la democracia, que eran enarboladas por la izquierda, ahora están siendo utilizadas por las plataformas alineadas con la oposición y los partidos de la derecha.
“El MAS tiene que contrarrestar y mantener esas banderas que fueron nuestras”, aseveró Giovani.
Dijo que los jóvenes serán la mayoría en las elecciones de octubre 2019, y en ese marco se debe captar a este importante segmento social.
Apuntó que (para los jóvenes), las redes sociales se convirtieron en factor de información de primera línea, a diferencia de los medios de comunicación, y en esa dirección considera que se debe comunicar y visibilizar la gestión gubernamental.