La denuncia por ultraje físico y sicológico, presentada el 23 de octubre por Cris K.D.Z. contra su expareja el diputado Henrry Cabrera Carlo, quedó archivada y extinguida en una resolución emitida por la jueza contra la violencia, Albania Caballero, durante una audiencia de conciliación realizada a pedido de la víctima, que empezó a las 9:00. Antes llegaron las partes, la denunciante con su abogado, los fiscales y personal de Servicios Legales Integrales de la Defensoría.

A diferencia de la semana pasada cuando Cabrera acudió a declarar a la Felcv, donde apareció junto a su esposa tomados de la mano, esta vez entró solo al juzgado con su abogado el exministro de Gobierno, Jorge Pérez.

La jueza Caballero confirmó que con la conciliación se acabó el proceso penal, pues todos en audiencia aceptaron su dictamen. Nadie apeló, ni el Ministerio Público que a través de los fiscales María del Carmen Roca, Giovana Castro y Marina Pérez, podía seguir con la causa de oficio o al menos solicitar que el proceso no se cierre.

Tampoco apelaron los personeros de Servicios Legales Integrales, ni las partes como Cabrera y su pareja. La mujer pidió se respete su pedido de archivo de obrados, de retiro de la querella y el abogado del diputado masista, también solicitó poner fin al caso para no seguir en conflicto.

Para la juzgadora, la ley contempla la conciliación por primera vez y se procedió conforme a la normativa.

Devolvieron los celulares

Los teléfonos celulares de Cabrera y de la denunciante, que habían sido secuestrados por los fiscales cuando acudió a declarar a la Felcv, les fueron devueltos por orden de la jueza Caballero.

En audiencia los abogados de ambas partes pidieron esta devolución. A criterio de la primera defensa de Cris K.D.Z., el jurista Mario Tordoya, los equipos telefónicos eran los únicos instrumentos de prueba.

De acuerdo con Tordoya, en los aparatos había audios y mensajes de chats, donde Cabrera le pedía disculpas a la mujer por haberle levantado la mano, “incluso habían videos”, afirmó el jurista.

“Le decía que estaba arrepentido de haberle agredido y que nunca más lo haría. Seguro ya está limpiado todo”, comentó Tordoya. Los teléfonos tenían que ser enviados a la Felcc para su peritaje, pero los fiscales no lo hicieron alegando la falta de una orden judicial, situación que la jueza Caballero negó que sea así.