Medio: El Deber
Fecha de la publicación: lunes 04 de diciembre de 2017
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones judiciales
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Sin embargo, el movimiento de anoche no cayó en la tentación de provocar a la Policía para generar otros enfrentamientos similares a los del miércoles y jueves. Eso sí, ratificó una posición contundente frente al Comité pro Santa Cruz, al que esperan convencer de decretar un paro cívico este miércoles, cuando celebre su Asamblea de la Cruceñidad. Allí se debe definir qué medidas, cómo y cuándo se ejecutan. Mientras la desconfianza reina entre los jóvenes movilizados, el Gobierno confía en que los empresarios privados cruceños no accedan a un paro cívico, tanto por lo que han ganado con el Gobierno del MAS, como por las ventas de diciembre.
“Queremos paro cívico, queremos paro cívico”, gritaban las más de 1.000 almas que para las 20:00 se agolpaban al frente del atrio de la Basílica Menor de San Lorenzo, donde se realizaba la última misa dominical.
Al lugar llegó el primer vicepresidente cívico, Luis Fernando Camacho, acompañado de un grupo de jóvenes y personas adultas, que se sumaron a la movilización que estaba en la plaza y que afirmaba no sentirse representada por ninguna autoridad política ni cívica.
“Todos somos líderes de este movimiento”, habían proclamado poco antes las mujeres que arengaban a la masa desde un poco potente megáfono, pero que les sirvió para hacer gritar a los presentes que el miércoles la decisión final de los cívicos debe ser el paro en repudio a la decisión constitucional y que los jóvenes dejaron de estar dormidos, “ahora despertamos y nos haremos sentir”, aseguraron.
Un poco más alejado de la testera improvisada, Luis Fernando Camacho, vicepresidente cívico cruceño, explicó que la propuesta de los jóvenes será parte del debate de la Asamblea de la Cruceñidad y aseguró que la lucha para hacer respetar la democracia en el país es de largo aliento y que necesita de los jóvenes y de todos en permanente movilización.
Hasta el cierre de esta edición aún había gente gritando, cantando el himno nacional, celebrando que los porcentajes de votos nulos fueron los ganadores en la jornada electoral y recordando que la movilización continuará.
No sucedió igual en la ciudad de La Paz. Pese a que por redes sociales se intentó congregar a opositores del Gobierno en tres puntos de El Alto y de la sede de Gobierno, las protestas no tomaron cuerpo.
En Cochabamba, hubo un pequeño festejo promovido por el alcalde José María Leyes.