Medio: El Deber
Fecha de la publicación: lunes 04 de diciembre de 2017
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones judiciales
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Ese tercio de votantes se decantó por candidatos que han estado en la función pública, muchos ligados a los periodos de Gobierno del MAS y otros tantos con una carrera judicial larga. Así, dos exviceministros, un ex representante presidencial, varios exfuncionarios del INRA, y de los ministerios de Gobierno, Obras Públicas, Defensa Legal del Estado y de Minería ocuparán magistraturas en el Agroambiental, Consejo de la Magistratura, Tribunal Supremo de Justicia y el Tribunal Constitucional Plurinacional.
La elección estuvo atravesada por el fallo del vigente Tribunal Constitucional, que habilitó a una nueva reelección a Evo Morales y otras autoridades que cumplen su segundo mandato tras la aprobación de la nueva Constitución. La oposición había convocado a la población a votar nulo, mientras que figuras del Gobierno salieron en la última semana a tratar de alentar el “voto útil”.
Ahora, la oposición lee que “la soberanía popular” se ha expresado con contundencia y le pide que la respete. Así lo dijo Carlos Mesa en su Twitter. El oficialismo, prefiere hablar de la buena concurrencia a votar, de la vigencia de la democracia y analizará los resultados con más calma antes de pronunciarse. Sin embargo, fuentes del oficialismo no comparte la visión del expresidente. Aseguran que luego de ponderar a escala nacional los votos del Tribunal Supremo de Justicia y del Tribunal Constitucional, los nulos caen a entre el 50% y el 51%. Pese a que están alrededor de un 10% por encima de los nulos de la elección judicial de 2011, no se ve con malos ojos los resultados electorales.
Espejos electorales
Si se la compara con la anterior elección judicial, la de 2011, los nulos crecieron un 11% y los blancos Bajaron entre un 1 y un 3%. Los válidos cayeron entre un 8 y 9% y los nuevos magistrados jurarán a sus cargos con muchos menos votos que los obtenidos por los que en enero dejarán sus cargos.
La votación no fue homogénea en todo el país. Si se toma la elección del Consejo de la Magistratura como referencia, el voto catarsis se afincó con mayor fuerza en Santa Cruz, donde el 60,3% de los votantes anuló su voto. El segundo distrito con mayor cantidad de nulos fue Tarija, con un 56,67%, seguido por Chuquisaca (56,6%) y La Paz (52%). El menor porcentaje de nulos está entre Pando (46,2%), Cochabamba (47%), Oruro (48%) y Potosí (49,6%). De cierta forma, la mayor sorpresa en los votos nulos es el bajo porcentaje de Potosí, distrito que le dio la espalda a Evo Morales en el referendo del 21 de febrero de 2016.
En el casillero de los votos válidos el péndulo oscila entre un 26,5% en Tarija y un 37,26% en Cochabamba. Sin embargo, la concentración de la población en capitales fue el que alentó el voto nulo. En el caso de Santa Cruz, por ejemplo, dos tercios del total de votantes anularon sus papeletas. A unos 140 kilómetros de la capital, en San Julián, uno de los bastiones del MAS, los nulos se redujeron al 25% y en Yapacaní, otro núcleo afín al MAS, fueron del 35%. Los votos blancos también se alimentan de votación del campo. En Santa Cruz de la Sierra es de apenas del 10%, pero en Yapacaní alcanza al 22%, tal vez por la dificultad de informarse de los perfiles de los candidatos. Por otro, lado, la mayoría de los nuevos magistrados construyeron sus victorias en el campo y la reafirmaron en la capital.
Por la forma de elección, que esta vez contempló circunscripciones departamentales, los curules tuvieron “diferentes precios”. Por un lado, el ex viceministro de Autonomías Indígenas Gregorio Aro necesitó más de 360.000 votos para llegar al Tribunal Agroambiental, el pandino René Iván Espada asegura su magistratura en el Tribunal Constitucional con poco más de 7.200 votos. De todas formas, con el crecimiento del voto nulo, Aro se quedó a 100.000 votos de la más votada de la anterior elección, la exconsejera de la Magistratura Cristina Mamani.
Detrás del espejo
Si se quiere creer que el voto blanco es un sufragio inocuo, que manifiesta que ninguna de las opciones es la adecuada y se asume el carácter plebiscitario de las judiciales, entonces los más de 600.000 ciudadanos que se decantaron por no marcar absolutamente nada en sus papeletas, son el bolsón de indecisos.
Así, el 53% del voto nulo, al 87% de las actas escrutadas, se parece y mucho al 51,3% del referendo del 21 de febrero de 2016 y mostraría un escenario electoral con miras a 2019 apenas impactado por el fallo del Tribunal Constitucional y un voto duro oficialista que rondaría el tercio.
Sin embargo, pese a que la oposición pidió votar nulo, el gobernador Rubén Costas los suma a los blancos para alcanzar dos tercios de rechazo, una votación parecida a la que alcanzó el presidente Morales en el referendo revocatorio de mandato, cuando estaba en fase de acumulación electoral.
De cierta forma, los resultados de las judiciales han dado lugar a que ambos bandos festejen. Por un lado, la oposición cree suyo el 53% de los nulos, y por otro, fuentes del oficialismo aseguran que estaban preparados para un estrago mayor.