Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: martes 06 de noviembre de 2018
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Ejecutivo
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Según el politólogo de Harvard Steven Levitsky, Jair Bolsonaro es “más comparable a Hugo Chávez y a Rafael Correa” que a un presidente conservador común, dado su talante evidentemente populista. Además, Levitsky ha establecido paralelismos entre el pensamiento del nuevo presidente brasileño y las acciones de su par Filipino, Rodrigo Duterte, quien es acusado de serias violaciones a los derechos humanos en su país.
Ahora veamos si es que el discurso de Bolsonaro es comparable a las frases del populista Evo Morales y su patiño, Álvaro García Linera. Sin duda, encontraremos varias coincidencias:
1) Se han registrado varios dichos machistas de Bolsonaro. Si Bolsonaro hubiera dicho: “Yo dije alguna vez, que acabo mis años de gestión (y me voy) con (…) mi quinceañera”, como dijo Evo Morales, en 2008; o si la letra de la música de campaña de Bolsonaro hubiera sido: “Este Presidente de buen corazón, a todas las ministras les quita el calzón”, como Morales cantó en una copla 2012; los azules se hubieran escandalizado.
¿Por qué los defensores del “proceso de cambio” saltan inmediatamente con Bolsonaro, pero callan y se esconden si se trata de Morales y evitan decirle machista también?
2) Se han registrado varios dichos homofóbicos de Bolsonaro. Si Bolsonaro dijera: “Cuando los hombres comen (…) pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres”, como afirmó Evo Morales, en 2010; o si Bolsonaro dijera “no quiero pensar que es lesbiana” a una ministra suya; los azules se escandalizarían. ¿Por qué los defensores del “proceso de cambio” saltan inmediatamente con Bolsonaro pero callan y se esconden si se trata de Morales y evitan decirle homofóbico también?
3) Se han registrado varios dichos racistas de Bolsonaro contra los negros e indígenas brasileros. Si Bolsonaro dijera: “Blancos contra indios (o negros)… esa es la pelea”, como afirmó Álvaro García Linera en julio; los azules se escandalizarían.
¿Por qué los defensores del “proceso de cambio” saltan inmediatamente con Bolsonaro, pero callan y se esconden si se trata de García Linera y evitan decirle racista también?
4) Se sabe de propuestas de gente que acompaña a Bolsonaro que tendrían que ver con cerrar el Tribunal Supremo de Justicia o con que las Fuerzas Armadas puedan tomar el control del país. Por ello existe una legítima preocupación de que se quiera acabar con la democracia y la independencia judicial en Brasil.
Si Bolsonaro dijera: “Cuando algún jurista me dice (…) te estás equivocando jurídicamente, yo le meto nomás. Después les digo a los abogados ‘si es ilegal, legalicen. Para eso han estudiado’”, como dijo Morales en 2009; los azules se escandalizarían.
¿Por qué los defensores del “proceso de cambio” saltan inmediatamente con Bolsonaro, pero callan y se esconden si se trata de Morales y evitan decirle autoritario también?
5) Se ha visto a Bolsonaro en campaña junto a negros, gays y mujeres, por lo que se lo podría tachar de “cínico” y doble “rasero”.
Si Bolsonaro dijera: “Si el pueblo dice No (a su elección), qué podemos hacer, ¿no vamos a hacer golpe de Estado? Tenemos que irnos callados”, como afirmó Morales el 14 de enero de 2016, y no hubiese cumplido lo que dijo, los azules se escandalizarían.
¿Por qué los defensores del “proceso de cambio” saltan inmediatamente con Bolsonaro, pero callan y se esconden cuando se trata de Morales y evitan decirle “cínico” y “doble rasero” también?
Si hay populismos, nacionalismos y demás “ismos”, deberíamos acuñar el término “caradurismo” también.
José Manuel Ormachea es politólogo.