Roberto de la Cruz fue aliado de Morales y parte de la denominada guerra del gas, en 2003. Cree que la única vía para evitar que Morales siga en el poder hasta 2025 es la rebelión en las calles del país. 

“Ante esta virtual dictadura que vive el país, ¿que nos queda? preparar el único camino posible: una rebelión popular para recuperar la democracia, que históricamente en el mundo entero no se recupera vía diplomática ni legal, sino recordemos los años 1952 y octubre de 2003. Me dirán es muy dura la decisión, no es dura, sino coherente. Evo Morales, con su acostumbrado método de fraude ganará las elecciones de 2019 y si pierde, por algún motivo, militarizará las calles con tanques y aviones inventando golpe de Estado”, advierte De la Cruz. 

Loyola Guzmán, que participó en la guerrilla de Ernesto “Che” Guevara en Bolivia y que fue constituyente del MAS, cree que la rebelión en las calles debe ser pacífica y sin atropellos. “Si vamos por la violencia nos igualamos a lo que piensa el MAS, e incluso les damos una mano. La rebelión pacífica es paciente, se hace esperar y es popular. Debemos estar preparados para enfrentar este tipo de dictadura que ahora fue legitimada por el TCP”, señala. 

Ahora surgen colectivos ciudadanos que preparan estrategias para evitar que Morales sea presidente más allá del 22 de enero de 2020. Manuel Velázquez, que es parte del grupo Una Nueva Oportunidad, considera que el MAS quiere seguir en el poder para no responder por los hechos de corrupción y de narcotráfico. 

“Acá se está pasando algo grave por alto. La corrupción y el narcotráfico son características de este Gobierno y se olvida que estos males afectan al país. Quieren contaminar con la reelección estos delitos y buscan quedarse en el poder para no rendir cuentas en la justicia”, dice Velásquez. 

Por el momento, los exaliados del MAS y los colectivos ciudadanos impulsan el voto nulo en las elecciones judiciales que se celebran hoy. Creen que es el primer paso para enfrentar al modelo que busca imponer el MAS.