Medio: El Deber
Fecha de la publicación: sábado 02 de diciembre de 2017
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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En 2011, la suma del voto nulo y blanco venció a los sufragios válidos. Los actuales tribunos llegaron a sus cargos con baja aprobación. Hoy, el panorama es similar, aunque inclina a ser peor.
El analista político Carlos Toranzo consideró que la elección de magistrados quedó como un tema secundario debido al fallo del TCP, decisión que terminó —dijo— convirtiendo el proceso para mejorar la justicia en una pulseada política.
“La vez pasada (en 2011) fue una suerte de plebiscito y ahora el sentido de plebiscito, por la decisión del TCP, es mayor. Lo que se verá es una pulseada entre el Gobierno y gente que no quiere una nueva reelección de Evo Morales. No importan los candidatos a magistrados, la gente está yendo a apoyar al Gobierno o a rechazarlo”, remarcó Toranzo.
El fallo del TCP
El TCP declaró el pasado martes la prevalencia de convenios internacionales sobre la Constitución Política del Estado, con lo que habilitó la repostulación de Morales y Álvaro García para los comicios nacionales de 2019.
En el Movimiento Al Socialismo (MAS) esta percepción no es válida. No encuentran sentido en la palabra plebiscito dentro de este proceso y se limitan a destacar que los postulantes al Órgano Electoral y al TCP tienen méritos para llegar a los cargos.
El presidente del Senado, José Gonzales, no ve un carácter plebiscitario en la elección de jueces, y menos un tinte político por la decisión del TCP. “De los candidatos que hay ninguno es Evo Morales y ninguno tiene militancia oficialista”, sentenció.
Mientras, el jefe de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, señaló que la elección de hoy es un “primer paso” en la estrategia para derrotar a Evo Morales políticamente. No interesa —consideró— la elección de magistrados y anunció que hoy, tras conocer los resultados, emitirá una posición más contundente.
El silencio electoral, que rige hasta hoy, prohíbe destacar inclinaciones por un candidato o por una tendencia del voto.
En ese afán, el diputado oficialista Édgar Montaño llamó a la población a emitir su voto por cualquiera de las opciones; sin embargo, rechazó que este proceso electoral sea una competencia política con la oposición.
“Lo que pretende hacer creer la oposición es que en las elecciones judiciales se votará por el MAS y por la gestión de gobierno, y eso no es así, es una votación para cambiar la justicia”, aseguró el diputado Montaño.
El termómetro político
El analista Ludwig Valverde detalló que el dictamen del ente constitucional reavivó dos frentes políticos: unos que apoyan al Gobierno y otros que rechazan una cuarta reelección del presidente Evo Morales.
“El interés de una permanencia indefinida en el cargo, obviamente no sabemos si eso sucederá, pero la sola intención antidemocrática de proponerlo causa un malestar dentro de la sociedad boliviana y eso se unió a este proceso electoral, lo que lo convierte en un termómetro para medir cuánto de apoyo tiene Evo Morales”, dijo Valverde.
Al respecto, el ex vocal electoral Ramiro Paredes recordó que el proceso electoral de 2011 fue más complejo que el de ahora, debido a que no estaba permitido que las candidatos hagan una especie de campaña de méritos mediante diferentes medios.
Sobre el carácter político, Paredes señaló que “en ese momento nosotros no mirábamos esas peleas políticas y nos limitábamos a nuestro trabajo”.
Mientras, el alcalde de La Paz, Luis Revilla, ratificó su alejamiento del bloque opositor G5 y cuestionó la estrategia que impulsan otros líderes. Lamentó que los comicios se hayan convertido en un plebiscito.