Todas las dictaduras han intentado crear un sistema dictatorial perfecto, a través de la creación de un sistema que garantice la permanencia del poder y la incursión total en cada espacio de poder existentes y todo por medio de métodos considerados inclusive legítimos, logrando una dominación hegemónica de un programa político.

Lo que viene sucediendo en Bolivia de forma muy triste podemos asociar a este concepto como una previa situación, vemos el intento de permanencia de un partido político en torno a la cuasi mesiánica figura de su líder, un intento que en una pantomima de derecho pretende ser respaldado por una vergonzante decisión de un órgano judicial complaciente, una cuestión que se vive día a día por el empeño masivo de garantizar la permanencia en el poder poniendo al servicio de dicha idea, la práctica totalidad de los medios y recursos del estado boliviano, tanto del poder central como de los diversos niveles autonómicos, dando una prioridad que podemos definir como, absoluta, a la intención de la re elección de Morales.

Asimismo y con mayor preocupación vemos el sistemático copamiento de los espacios de poder al interior de la oposición misma donde los líderes opositores lejos de poder encarar una defensa activa de la legitimidad y democracia del país, vienen protagonizando una suerte de cuoteo al estilo de anteriores partidos políticos en sus coaliciones, vienen demostrando una dramática carencia de liderazgos emergentes y si el reciclaje de gente demasiado afín tanto al actual y cuestionado régimen como a la vieja política tradicional y corrupta amén de la falta completa de un programa político como también de la excesiva dependencia de una figura "mesiánica" en la forma de un candidato vistoso y mediático, un copamiento producto de su propio sistema y que de forma muy sospechosa favorece increíblemente al programa del gobierno.

La construcción del futuro del país corre riesgo de quedar marcada por la acaparación efectuada por parte actores oportunistas y agentes tradicionales que le hacen el perfecto juego al interés del gobierno, poniendo inclusive en duda su carácter opositor, haciendo pensar que se trata de un nivel más funcional al gobierno.

De la misma manera y sin temor a la hipérbole seamos críticos y objetivos con nuestro entorno en consecuencia sea usted quien pueda sacar su propia conclusión sobre, ¿Si a través de la cooptación de, todos, los espacios de poder para la permanencia del régimen de Morales, incluso de una oposición que parece funcional al gobierno, no estamos en puertas de una Dictadura Perfecta?

Aun con ese riesgo de sufrir una crítica drástica, vale la pena hacernos esa consulta.

En consecuencia es usted señora, señor lector quien debe de procurar sus propias conclusiones, sea en una postura crítica y dura.