El Tribunal Supremo Electoral (TSE) recorrió para mañana la elección de su directiva; mientras que el Senado sancionará la ley para cubrir las acefalías en ese Órgano del Estado.

 

El TSE a través de un mensaje en su grupo de WhatsApp informó que, de acuerdo a la Secretaría de Cámara, la elección de la nueva directiva del organismo se realizará este martes 30 de octubre.

 

La pasada semana los vocales habían anunciado que la conformación de su directiva se realizaría este lunes, para elegir la presidencia y vicepresidencia después de la renuncia de Katia Uriona y José Luis Exeni.

 

"Mañana (martes) a partir de las 10.00 el Pleno de la Cámara de Senadores va a aprobar este proyecto de ley que después del debate en grande y detalle será sancionado y pasará a ser promulgado por el Órgano Electoral", declaró el presidente, Milton Barón.

 

La mañana de hoy la Comisión de Constitución con el voto de los senadores Ciro Zabala y Rubén Medinacelli y el rechazo del senador Arturo Murillo, aprobó la norma y la remitió al Pleno del Senado.

 

El proyecto de ley prevé que la única suplente del TSE asuma como titular, posteriormente el oficialismo definirá el mecanismo para elegir a una titular más y a los respectivos suplentes.

 

La norma también establece que los vocales suplentes van a poder ejercer la función pública a contrato, un tema que estaba prohibido.

 

Murillo argumentó que la ley "viola" la norma del Tribunal Supremo Electoral, refiriéndose a la Ley del Órgano Electoral. "En ninguna parte les autoriza habilitar a un suplente", declaró el legislador.

 

También rechazó que los vocales puedan ejercer funciones en la administración pública, porque de ser habilitados titulares no van a gozar de la suficiente independencia.

 

"El abrir la puerta para darles trabajo con el pretexto de que no se puede esclavizar ni se pueden morir de hambre, darles empleo en el Estado y luego enviarles al TSE es una falta de ética", declaró el legislador.

 

Por su parte Barón minimizó las críticas y dijo que son propias de la oposición, porque carecen de argumentos.