Medio: El Día
Fecha de la publicación: domingo 28 de octubre de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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Nuestro país no escapa a este fenómeno, solo que ahora la realidad que confronta -en este período preelectoral- plantea una necesidad inaplazable que deberá merecer, más que antes, la preocupación de dirigentes políticos y de corrientes de opinión emergentes del referéndum del 21 de febrero de 2016 (21F), pues se está yendo en el futuro inmediato a una abierta violación del proceso electoral por parte del sector oficialista que plantea la repostulación a la candidatura presidencial y de vicepresidente de la República, algo que se aparta de toda permisión constitucional y legal. Por ello cabe nuevamente mencionar el art. 168 de la Constitución, cuya terminante y vigorosa vigencia no se puede poner en duda, menos por una resolución del TCP que cae en la figura del prevaricato que por lo mismo no puede dar legitimidad a candidatura presidencial alguna.
A propósito del término “República” diremos que sigue aplicable a nuestro país, pese a los esfuerzos de sustituirlo por el de “Estado Plurinacional”, teniendo en cuenta el artículo 11 de nuestra Constitución cuando dicho precepto se refiere a la forma de gobierno adoptada por la República de Bolivia, una redacción que inclusive da prioridad a esta denominación histórica antes que la de “Estado Plurinacional”, que tiene limitaciones propias y hasta de efectos excluyentes al identificarse con una facción política.
Sin embargo, antes que detenernos en los conceptos antes mencionados, optamos por dedicar la atención a un tema que atañe directamente a los partidos políticos de oposición, ante las elecciones generales del año 2019 en las que la ciudadanía estará emplazada a definirse por la democracia para lo que precisa de un espíritu de unidad. Hay el hecho ilustrativo que recientemente se ha producido, con el protagonismo del Alcalde de La Paz, quien ha declinado ser candidato a la presidencia de la República. “Es hora de que las organizaciones políticas actuemos sin mezquindad (...) para construir un bloque de unidad...”, dijo. Pero no solo eso, sino que sea posible acabar con el sentimiento de dispersión que caracteriza a nuestro medio, una responsabilidad permanente para los partidos políticos de la oposición.