Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: domingo 28 de octubre de 2018
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Democracia paritaria
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
Página Siete/ La Paz
Rosalía Arteaga es una mujer llena de energía. Fue presidenta de Ecuador por apenas seis días y previamente fue vicepresidenta en la fórmula del polémico y derrocado Abdalá Bucaram.
Está en mil cosas a la vez. Tiene una fundación, trabaja en temas de educación y de medioambiente, se desempeña en medios de comunicación de su país, es integrante del directorio de la Biblioteca de Alejandría y viaja por diferentes países del mundo promoviendo la igualdad de género y la educación para la transformación.
Arteaga estuvo hace poco en La Paz, donde conversó con Página Siete sobre la participación política de las mujeres, que en el último tiempo ha sufrido un retroceso en América Latina.
¿Por qué duró apenas seis días en la Presidencia de su país
Machismo, machismo. Hubo casos anteriores cuando fallecieron o tuvieron que irse los presidentes, (los sucesores) siempre eran hombres y nunca hubo problema. Se da la casualidad que el año 1997, cuando cae (Abdalá) Bucaram, para la clase política ecuatoriana y también para los militares era incómodo tener una mujer. Ya había cierta incomodidad en que haya una vicepresidenta y yo fui la primera vicepresidenta del Ecuador, la primera ministra de Educación, la primera presidenta, entonces me ha tocado abrir caminos y a veces de la forma más complicada. Pero este año para mí ha sido muy especial porque 21 años después de que yo fui presidenta por fin se lo reconoce y se coloca en el Palacio de Gobierno mi retrato.
¿Por qué no la incluían en la galería presidencial
Por machismo. Todos los presidentes varones soslayaron y ahora fueron grupos de mujeres los que presionaron y con Lenin Moreno hubo una acogida. Yo interpreto este hecho como un reconocimiento de los derechos de la mujer.
¿Por qué hizo dupla con Bucaram, que fue un presidente controversial y resistido
Esa es la pregunta del millón. Bucaram me propuso que yo debía manejar toda la política social y si como ministra propuse una reforma curricular que fue muy importante en el Ecuador, como vicepresidenta se podría hacer más, pero las cosas no salieron como estaba previsto. Bucaram no cumplió, nombró inmediatamente a su hermano como presidente del frente social. El gobierno de Bucaram duró sólo seis meses y luego de eso vino el juicio por parte del Congreso y lo lógico era que se respete (la sucesión constitucional) porque el Ecuador tiene un régimen presidencial.
¿Usted percibe que en los últimos años hay un retroceso en cuanto a participación política de las mujeres Ya no quedan presidentas mujeres.
Ha habido un retroceso en América del Sur. Ahora no hay ni una presidenta; en América Latina hay dos primeras ministras, en Trinidad y en Barbados; pero en América del Sur no tenemos ninguna. Hemos tenido sólo 10 presidentas en América Latina, incluida Centroamérica con Violeta Chamorro o con Laura Chinchilla. Yo soy la cuarta y la primera que llegó al poder sin herencia de marido o de pariente. Creo que ha habido un retroceso, no sé si fue por el cuestionamiento a las mujeres en el poder en grandes países como Argentina o Brasil o porque las mujeres han perdido un poco el interés o sienten que es demasiado abrupto esto de la política, que es dura, que atenta la privacidad. Pero, por otro lado, yo veo jóvenes liderazgos en los diferentes países y tengo la esperanza de que ellas van a tomar la posta. Las mujeres tenemos que ser más incisivas, más persistentes en la lucha y pensar que el aporte que podemos dar tiene que ser diferente, no podemos replicar los vicios de la política masculina, nosotras las mujeres debemos sentar precedente de ética, de valores, de honestidad.
¿Lo sucedido con Cristina Fernández y con Dilma Rousseff será uno de los motivos para este retroceso ¿No será que a la mujer se la juzga con más dureza que al varón
Usted tiene toda la razón, cuando una mujer falla dicen “las mujeres fallan”, o sea generalizan, cuando un hombre falla dicen “el fulano de tal”, le dan el nombre. Y sí, hay un juicio más duro contra la mujer. La primera representante de los Estados Unidos ante Naciones Unidas, la señora (Jeane Jordan) Kirkpatrick, decía que para que una mujer sea reconocida como igual debe trabajar el doble. Lo mismo ocurre cuando se la evalúa, se lo hace con mucha más dureza. Probablemente si la señora Dilma Rousseff era un hombre seguiría en el poder, creo que fue enjuiciada con mayor dureza por el hecho de ser mujer.
¿Cuál es la situación de los derechos de las mujeres en la región ¿También se ha producido una involución como en la participación política
Han surgido en Estados Unidos y en Europa los movimientos #MeToo, #HeForShe, aquellos que tienen que ver inclusive con Hollywood, donde se han denunciado abusos, igual ha pasado en la Iglesia Católica. En América Latina, la lucha de las mujeres está por definir los derechos sobre su cuerpo, el tema del aborto y otros temas que tienen que ver con la participación de la mujer. En Ecuador, cuando el embarazo es producto de una violación o corre riesgo la vida de la madre, hay la posibilidad de abortar. En algunos países la decisión está siendo tomada para que puedan hacerlo en cualquier momento, hasta la decimocuarta semana de embarazo. Hay muchos grupos religiosos y otros tradicionalistas que hablan de que creen que eso es atentar contra la vida, yo diría que hay que buscar formas de diálogo y trabajar en educación. En el caso ecuatoriano, el 70% de maestras son mujeres de educación básica, pero qué estamos haciendo las mujeres, replicando los mismos esquemas antiguos en lugar de introducir esquemas nuevos, en lugar de hablar de igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.
En el plano político, pese a que hay 50% de participación política de las mujeres, éstas suelen responder al jefe del partido. ¿Cómo se puede hacer para generar una conciencia diferente
Allá pasa algo parecido. Nosotros como fundación estamos en un proyecto de capacitación de asambleístas y de asesores de asambleístas, desde el uso de redes sociales, temas financieros, hasta participación de la mujer.
¿Usted ha considerado volver a la política en algún momento
La Constitución ecuatoriana del 2008 considera el derecho a la resistencia. Yo estoy haciendo uso a ese derecho. Cada vez que hay elecciones tengo propuestas para ir a la Alcaldía de mi ciudad, Cuenca del sur, a Asamblea Legislativa, a la Presidencia de la República; pero yo estoy un poco empeñada en mostrarle a mi país que uno no necesita estar en la política para servirle, yo le sirvo al Ecuador todos los días, si yo voy al extranjero, algo tengo que llevar al Ecuador, pero también dar ejemplo, yo soy de las pocas políticas ecuatorianas que puede caminar por las calles en mi país, que no ha tenido problemas con la justicia ni con la Contraloría. No me gusta decir nunca jamás, porque después uno acaba sucumbiendo, pero por ahora son más de 20 años que me mantengo fuera de la política.
En Bolivia estamos encaminados hacia unas primarias y todos los candidatos que se vislumbran son hombres. ¿Cómo romper este monopolio para tener binomios paritarios
Chicas, anímense, participen mujeres, hay espacio. Habría que hacer doble trabajo, uno con las propias mujeres, porque las mujeres somos muy tímidas, a veces pensamos que no podemos y además estamos consultando siempre al marido, al papá. Entonces un trabajo es en ese inconsciente de las mujeres para decir que “sí podemos”. Y el otro trabajo es al interior de los partidos políticos, para que asuman que las mujeres pueden tener liderazgos y que no seamos solamente las que empujemos el carro y que peguemos papeles y hagamos las campañas. Yo veo a las mujeres súper participativas en las campañas electorales, pero abriéndole el camino a un hombre.
¿Se puede decir que la mujer puede ser como una especie de la reserva moral en la política
Yo espero que sí, aunque siempre hay excepciones. Primero somos contadas con los dedos de la mano las mujeres que hemos llegado a las posiciones más altas y luego yo sí creo que la condición de madres nos da la capacidad de tener una abnegación mayor y, por lo tanto, eso de reserva moral me parece muy acertado y sigamos trabajando para que eso sea cierto porque eso no es gratis. Cuando haya juezas, esas juezas que actúen en derecho, si tenemos presidentas que sean también apegadas al derecho, legisladoras que piensen en el bien de la comunidad.
¿A qué atribuye usted que haya surgimiento de algunos liderazgos, como el de Bolsonaro, contrarios a los derechos de las mujeres, indígenas y negros
La gente se va a los extremismos con facilidad y como hay gente a la que no le gusta la inclusión, entonces ciertos líderes apelan a los sentimientos de ciertos sectores de sus países. En Estados Unidos, por ejemplo, Trump apeló a la gente que se sentía afectada en sus trabajos por la migración. En algunos países de Europa hay resurgimiento de partidos nazis, de fundamentalismos, que tienen que ver a veces con la idea de la gente de proteger su propio pedazo sin darse cuenta que ahora todo lo que hacemos en una región del mundo afecta a la otra.
¿No le parece una contradicción que muchas mujeres voten por ellos ¿No le decepciona
Tenemos que seguir trabajando en educación, tiene que entrar mucho de la ética porque ya no hablamos de respeto. Otro llamado que hago siempre es a los papás y mamás que tienen que ser más papás y mamás para que la relación entre padres e hijos sea de mayor cercanía, apaguen el celular, no enciendan la televisión y siéntense media hora, si conversamos con los hijos vamos a encontrar por qué el niño está triste. Me gustó la decisión de Francia de suprimir el uso de celulares en las aulas, al menos el espacio de la escuela preservemos, pero también preservemos algunos espacios de la casa. Las mujeres no vamos a renunciar jamás a nuestro derecho adquirido de trabajar fuera de la casa, pero sí pediría que papá y mamá se involucren más en el diálogo con los chicos, ahí podemos tal vez encontrar más solución a estos temas que estamos hablando porque lo que sucede en las familias se lo replica en las sociedades.
¿Qué piensa de los mandatarios que pretenden perpetuarse en el poder saltando el principio de la alternabilidad
En el caso ecuatoriano, nosotros pasamos de una inestabilidad al extremo de tener tres presidentes al mismo tiempo, a un presidente que se extendió mucho más allá de lo que nadie habría imaginado. O sea, hemos pasado de un extremo a otro extremo. Yo creo en la alternabilidad, creo en la división de poderes. Parece que el círculo que rodea a los mandatarios los hace sentir imprescindibles y que si no es esa persona, el proceso se acaba. Creo que amerita una reflexión dentro de las organizaciones políticas.
¿Considera que en Ecuador ha sido saludable la sucesión con Lenin Moreno
Yo no voté por Lenin Moreno, sin embargo, creo que él está haciendo un buen trabajo. Primero abrió la posibilidad de diálogo, se respira un clima de mayor libertad en el Ecuador, creo también que desde el punto de vista económico está dando algunas señales positivas. Como siempre, habrá críticas, gente que esté a favor y gente que esté en contra, yo trato de ser objetiva porque no estoy en la política partidista.
¿Cuál es el destino del proyecto integracionista en América Latina tomando en cuenta la crisis de Unasur, el Alba y otros
Yo diría que el multilateralismo en general ha tenido crisis sucesivas, inclusive se ha hablado de crisis de Naciones Unidas. Hemos visto el conflicto del Mercosur, las dificultades que ha atravesado la Comunidad Andina, Aladi, el momento agónico del ALBA y ahora Unasur. ¿Por qué no somos capaces de construir lazos entre nosotros si tenemos mucho más que nos une Dejemos de lado un poco la política y pensemos más pragmáticamente en aquellos puntos que nos unen, por ejemplo, sobre políticas de medio ambientales o de salud, como la rabia, la fiebre aftosa. La política por lo general representa enfrentamientos, ahora mismo hay bloques de países, pero en la Unasur busquemos aquellos temas donde no tengamos conflicto, por ejemplo, decir que vamos a declarar a América del Sur un continente libre de aftosa. Ojalá los presidentes puedan reflexionar, si ya se construye un mecanismo, si se construyen edificios, démosle contenido y allí pongamos a trabajar a nuestra clase política estableciendo los consensos.
¿La ideologización del socialismo del siglo XXI cree que ha sido negativa para la integración
Soy respetuosa de lo que piensa cada uno de los países, pero Latinoamérica en general, a lo largo de su historia, no ha sido muy buena para construir relaciones entre países y esto no es de los últimos 10 años. Los últimos 10 años intentaron construir ciertas instancias de cooperación basadas en una ideología, como CELAC, ALBA, Unasur, aunque el ALBA está difunta, CELAC vamos a ver qué pasa, con Unasur tengo todavía esperanzas. Creo que en América del Sur desperdiciamos riquezas enormes que llegaron por el alto precio de los comodities y en lugar de ser una década ganada, se perdió.