Medio: La Patria
Fecha de la publicación: sábado 27 de octubre de 2018
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Constitución / Personería jurídica
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Tomar en cuenta algunas cifras que divulgan personeros electorales, no es una referencia determinante, aunque puede influir en el criterio de algunas personas que al margen de análisis serios, se dejan llevar por el entusiasmo que generan ciertos números que finalmente pueden variar sustancialmente cuando llegue el día de concurrir a las urnas.
Este es un programa electoral, que aunque va contra el tiempo de quienes desean organizar sus frentes adecuadamente, se cumplirá con otros pasos especiales, de los cuáles tres se cumplirán el próximo mes de noviembre. La tercera fase será el día 13 con la presentación de solicitudes de registro de alianzas por parte de las organizaciones políticas, de ahí que en los 20 días que corren deben ser definidos los acuerdos de posible enroque de afinidades ideológicas o intereses comunes de servicio en gobernabilidad, situación que eliminará otra duda del electorado.
Una cuarta fase del calendario se cumplirá el 23 de noviembre, que será el último plazo para que partidos y organizaciones políticas concluyan sus trámites de obtención de personalidad jurídica, con esos últimos resultados, cinco días luego, el 28 de noviembre debe cumplirse la inscripción de candidaturas para las elecciones primarias de binomios presidenciales que podrán ser parte de las elecciones generales del 2019.
Se aclara que según la Ley 1096, sólo las organizaciones políticas que cuenten con personería jurídica vigente podrán elegir los binomios presidenciales para participar de las elecciones primarias. Se oficializó en el Órgano Electoral que a la fecha hay nueve organizaciones que cumplen con el requisito exigible.
Bajo las condiciones establecidas, lo que se aprecia en el electorado nacional, es un proceso de incertidumbre en función a los adelantos de candidatos y partidos que seguramente serán parte de las elecciones. Para gran parte de la ciudadanía, la preocupación mayor es que no hay renovación de líderes, en ninguna de las tiendas políticas, de ahí que se plantea un rechazo implícito a los candidatos ya conocidos, los que deberán esforzarse por presentar programas de cambio realmente revolucionarios, para convencer a un dudoso electorado.
No hay nuevos actores que salgan al escenario político, un fenómeno que tiene serias consecuencias en el proceso de renovación de candidatos que se hagan cargo de conducir la política nacional. Lo que viene puede ser una lucha partidista más con fines arribistas que programas altruistas en función de atender la demanda de una comunidad esperanzada en una renovación de principios y hechos que devuelvan condiciones respetables en la conducción del Estado.
El calendario electoral no se detendrá, por lo menos así lo aseguran las autoridades del TSE, sin embargo, para la ciudadanía común, hay muchas dudas sobre el cumplimiento de fines democráticamente dispuestos, que pueden tener negativos resultados a la hora del balance de la responsabilidad ciudadana, que no está obligada a votar y por lo mismo minimiza su participación electiva.
En los próximos días se observarán con más claridad las propuestas políticas y la respuesta ciudadana, conociendo más objetivamente lo que cada candidato tiene en su oferta a los bolivianos.