El Proyecto de Ley 365 modifica permanentemente el parágrafo 3 del artículo 48 de la Ley del OEP, de acuerdo al siguiente texto y con el fin de cubrir las acefalías existentes en el TSE: “Las y los vocales suplentes, en tanto no sean habilitados como titulares, podrán ejercer la función pública, excepto en el caso de cargos electivos, designaciones en cargos de mandato fijo y designaciones como ministros, viceministros y personal diplomático y consular. La o el servidor público no percibirá una dieta por habilitación temporal. Será causal de excusa o recusación la existencia de conflicto de intereses”.

Antes del mencionado proyecto de norma, los vocales suplentes no tenían acceso a ejercer cargos públicos, razón por la que su economía familiar se veía afectada en los casos de quienes no se dediquen a actividades privadas. En consecuencia, los suplentes renunciaron al cargo.

Asimismo, establece que, de manera excepcional y transitoria, hasta completar el periodo del mandato de las y los vocales del TSE que se extiende hasta el 8 de julio de 2021, se designará como miembro titular del TSE a la única vocal suplente habilitada.

También dispone que la ALP designe a un vocal titular y seis suplentes tras la renuncia de José Luis Exeni y Katia Uriona, planteando dos vías iniciales: emitir una nueva convocatoria para desarrollar un proceso de selección, o actualizar la documentación presentada por quienes postularon a los cargos el año 2015. El procedimiento será definido próximamente por el pleno de la ALP.

La presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño, aclaró que mediante un memorial dirigido a la Presidencia de la ALP, el senador Arturo Murillo, jefe de Bancada de Unidad Demócrata, solicitó en dos oportunidades que se emprenda la tarea de cubrir los cargos acéfalos en el TSE.

Añadió que con la modificación de permitir a los vocales suplentes ejercer la función pública (ya sea en instituciones del Gobierno Central, gobernaciones y municipios administrados por la oposición u oficialismo) se soluciona un problema de fondo, con el fin de evitar que las renuncias de suplentes sean repetitivas. “De qué nos serviría completar las acefalías en suplencia si corremos el riesgo de que a futuro los electos vuelvan a renunciar, al poco tiempo tendremos la misma situación”.

El proyecto aprobado fue enviado a la Cámara de Senadores para su revisión.