Medio: La Patria
Fecha de la publicación: jueves 25 de octubre de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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"Hemos aprobado una carta que le estamos enviando de manera pública a Carlos Mesa el día de hoy (ayer), proponiéndole estos marcos programáticos y estos lineamientos de discusión para construir un programa y conformar este bloque de oposición alternativo al Movimiento Al Socialismo", manifestó Revilla en conferencia de prensa.
La víspera, el jefe de Sol.bo decidió declinar su candidatura a la presidencia del Estado, al no contar con una sigla, y propuso construir un bloque opositor libre de intereses particulares y cuoteos.
"Hemos coincidido todos (los partidarios) que la persona que el día de hoy está congregando las aspiraciones y la posibilidad de derrotar al MAS es don Carlos Mesa Gisbert, y por eso es la primera persona a la que nos estamos dirigiendo", remarcó el también alcalde de La Paz.
El planteamiento dirigido a Mesa contiene 12 puntos y hace referencia a los temas de preocupación más apremiantes de la población como: salud, educación, empleo, violencia, cuidado de los recursos naturales, desarrollo económico, entre otros.
Revilla destacó la necesidad de que, de articularse el bloque, "se aleje de cualquier práctica vinculada a cuoteos o a discusión de cargos", y para tal efecto propuso que "las personas que conduzcan este frente deban ser personas con probada ética, sin ningún antecedente de violencia, de corrupción, ni de racismo de ninguna naturaleza".
Sol.bo está a la espera de la respuesta de Carlos Mesa para saber si hay coincidencia en los puntos planteados, de ser así, "será un gran avance para consolidar una posible articulación de Sol.bo con Carlos Mesa y con otras instituciones que coincidan con este planteamiento programático".
LOS 12 PUNTOS
1. Primero siempre está la gente. Nunca más niñas y niños enfermos pidiendo limosna en los canales de televisión, ni adultos obligados a mendigar al gobierno su derecho a la vida. Debemos garantizar salud de calidad para todas y todos en el sistema público y que debe ser mejor que cualquier clínica privada del país. Debemos garantizar, asimismo, una jubilación justa para los adultos; servicios básicos y transporte de calidad para todos los bolivianos y bolivianas.
2. Nunca más discriminación, confrontación o "chicotazos" entre bolivianos por diversidad étnica y racial, o entre quienes viven en la ciudad y el campo, o simplemente por pensar diferente. Proponemos trabajar por una convivencia intercultural fraterna, con inclusión de los pueblos indígenas y el respeto de sus derechos, en un encuentro de reconciliación con todos los sectores de la población.
3. Nunca más nuestras niñas y nuestros niños y jóvenes educándose con hambre y con tristeza, en vez de construir su futuro con la alegría de saber que al crecer podrán formarse y acceder a un empleo digno sin ser excluidos. Necesitamos una educación de calidad para la Bolivia del Siglo XXI, que le dé a nuestras niñas, nuestros niños y jóvenes, las herramientas y las condiciones para insertarse en la sociedad y el mercado laboral con valores y conocimientos universales.
4. Nunca más despilfarro con contrataciones directas, corruptas y mal gasto en elefantes blancos, realizados por omnipotentes gobiernos. Tenemos que superar de manera sostenida el extractivismo económico que genera dependencia y depredación del medio ambiente, generando una economía solidaria, participativa, diversificada y con soberanía sobre nuestros recursos naturales.
5. Nunca más se deben desconocer los derechos de los pueblos indígenas ni se puede intervenir sin consulta previa a sus territorios. Proponemos trabajar por la protección de la naturaleza privilegiando el uso de energías alternativas y limpias, así como preservando nuestros bosques, reservas naturales y nuestra biodiversidad.
6. Nunca más un Estado hipercentralizado ni entidades autónomas pobres. Tenemos que reconducir el proceso de autonomías y descentralización con un verdadero pacto fiscal, que permita que las alcaldías y gobernaciones cuenten con mayores recursos para impulsar el desarrollo de sus regiones bajo mecanismos efectivos de control ciudadano.
7. Nunca más inocentes en las cárceles ni corruptos en las calles. Tenemos que encarar la corrupción en el Estado y en las prácticas cotidianas, conformando un Consejo Ciudadano integrado por personalidades elegidas por organizaciones de la sociedad civil, para que promuevan políticas de cero tolerancia a la discrecionalidad y a prácticas prebendales y corruptas.
8. Nunca más mujeres ni niñas, niños y jóvenes maltratados y agresores impunes. Debemos desarrollar una lucha frontal contra la violencia hacia las mujeres, niñas, niños y adolescentes, impulsando acciones que garanticen el ejercicio de sus derechos de igualdad y desarrollando programas de prevención y formación en valores democráticos y equitativos.
9. Nunca más una ciudadanía cooptada, desinformada y manipulada por los poderes. Tenemos que asumir un compromiso por la renovación integral de la política y de la democracia, abriendo espacios a los jóvenes y a los profesionales comprometidos con su país y su futuro.
10. Nunca más magistrados constitucionales y electorales, asambleístas, defensores del pueblo, fiscales, ni contralores títeres obsecuentes y serviles. Debemos impedir el prorroguismo autoritario. Para una Bolivia democrática más justa, necesitamos mandatarios con menos concentración de poder e instituciones estatales más fuertes y con independencia, también para las organizaciones sociales, las cuales deben aportar a la construcción de un país mejor, alejado de la corrupción política y partidaria.
11. Nunca más un órgano judicial legalizando la injusticia. Es necesaria una reforma integral de la justicia, garantizando el acceso equitativo y sin discriminación a la administración de la justicia y garantizando la renovación total de autoridades judiciales mediante rigurosos procesos de selección con base en méritos, capacidades, trayectoria profesional, mejores remuneraciones y reconocimiento social.
12. Nunca más relaciones indignas y dependientes con ningún país ni apoyo obsecuente e irracional a gobiernos que violen los más elementales derechos humanos. Tenemos que abrirnos al mundo en relaciones horizontales de hermandad con nuestros vecinos, para encarar proyectos comunes y compartidos y en estricto respeto a nuestra soberanía.