Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: miércoles 24 de octubre de 2018
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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Cada día los políticos de oposición, los que tienen muchos años actuando y los más jóvenes, afirman rotundamente que buscan la unidad de la oposición para evitar un nuevo gobierno de Morales, pues afirman que el régimen actual es autoritario y que, en el futuro, podría acercarse a una dictadura. Pero, da la impresión que sus palabras no coinciden con sus decisiones políticas, pues cada uno de ellos da pasos que tienden a romper la unidad de la oposición y por ello a fragmentarla.
O tal vez piensan que la única unidad posible es en torno a cada uno de ellos; a su turno, unos y otros, descalifican a los demás, señalan que sería tóxico unirse con algunos, pues cada quien se siente inmaculado o se considera el más viable, sin abrir los ojos a la realidad.
Debido a que es muy grande la distancia entre sus palabras y sus actos, nos damos cuenta que la mayoría de los políticos de la oposición no han perdido la mezquindad que usualmente los ha caracterizado. Son ellos quienes, si siguen actuando de ese modo, fragmentarán más aún a la oposición y serán ellos los que nos regalen un nuevo gobierno de Morales.
El principal capital político del MAS en estos años ha sido la dispersión de la oposición; ésta parece que nunca miró Venezuela, no advirtió que la división de la oposición venezolana fue clave para mantener en el poder, antes a Chávez y ahora a Maduro. En Bolivia, en estos 12 años, los políticos de oposición no tuvieron la grandeza de caminar juntos; antes bien, se dividieron y subdividieron.
Pero hay también quienes descuidan lo que pasó en Venezuela y afirman que hay que abstenerse para no legitimar las elecciones del 2019. Pero en Venezuela la abstención fue otra de las claves para la eternización del poder de Chávez y Maduro.
Se sabe, sabemos, que es ilegal y anticonstitucional que Morales se repostule como candidato a la Presidencia. Conocemos de sobra esa ilegalidad, pero, también sabemos que el régimen es dueño del poder y que no parará; y llevará adelante las elecciones presentando a Morales como su candidato.¿Es correcto regalarle todo el espacio político impulsando la abstención Si juzgamos atendiendo a la experiencia venezolana, sabremos que no es el mejor camino.
Es vital defender el 21F, ésta es una cuestión de principios, pero, a la par, es fundamental buscar la unidad de los candidatos de oposición, sean de partidos o de plataformas ciudadanas, para evitar la eternización de Morales en el poder. Da la impresión de que hay que seguir dos caminos simultáneos: defender el 21F y tener una opción viable para las elecciones.
No obstante, hay muchos que afirman que asistir a las elecciones implica legitimar a Morales, por ello sugieren que el único camino es la calle, que hay que sacar al régimen por la fuerza. Hace años, eso hicieron los cruceños y ello facilitó la represión gubernamental, que aprovechó esa situación para desarticular a toda la oposición cruceña y, además, usó el clima beligerante para montar los hechos de Porvenir y utilizar a Pando como una excusa para seguir reprimiendo. En Venezuela, más de 200 muertos en las calles y 400 en Nicaragua, en las calles, no fueron suficientes para desalojar a sus dictaduras. Claro que se debe usar la calle, pero de manera pacífica, sin olvidar que el poder de la represión es fuerte y sin dejar de lado que en las represiones quienes mueren son los jóvenes y no, precisamente, los que alientan la violencia antidictatorial.
De otra parte, es nodal aclararle al TSE que no puede fallar legitimando la repostulación de Morales. Si hasta hoy, vía Ley de las Organizaciones Políticas, dio señas de ser una institución que facilitó las labores del MAS, a futuro podría convertirse en la nueva “Banda de los Cuatro” si no defiende la democracia, la Constitución y la legalidad.
Está en sus manos hundir o no a la democracia y definir si son una nueva “Banda de los Cuatro” o son una institución con capacidad ética de defender la democracia.
Carlos Toranzo Roca es economista