“Las principales dificultades que enfrentará Carlos (de) Mesa a futuro son dos: su pasado anclado en una época funesta para el país, cuando el país se volvió limosnero y él tuvo que admitirlo públicamente. Eso es lo que tiene que enfrentar él, pero también tiene otra debilidad que es su indecisión, las indecisiones en política son catastróficas. Sus ambivalencias, su bipolaridad política”, dijo García Linera en una entrevista con diario El Deber.
También cree que enfrentará la ausencia de una estructura política propia, una experiencia que Mesa ya vivió durante el periodo que le tocó asumir la presidencia (2003-2005), tras la renuncia de Sánchez de Lozada. La exautoridad tuvo en su contra al extinto Congreso Nacional, gobernó alejado de los partidos políticos, lo que le dificultó su gestión.
“En su libro reflexiona del error que cometió y parece que ahora quiere volver a cometer ese error de meterse a política con estructuras políticas prestadas o coladas con salivita o con la gotita, eso es muy complicado porque tiene que haber una coherencia entre Órgano Legislativo y Órgano Ejecutivo, los politólogos llaman el Estado dividido y eso es riesgoso”, comenta.
Explica que la Asamblea Legislativa Plurinacional “tiene mucho poder”, porque puede definir y puede aprobar presupuestos al margen del presidente, distribuir recursos económicos. “El horizonte que se asoma al frente es una estructura política muy débil, sin capacidad de control congresal, lo que puede generar un caos político a futuro”, advierte.
Asimismo, el segundo hombre del Estado reconoce que Mesa es su principal rival en este momento, por la capacidad de adhesión ciudadana que está logrando, sin embargo no le preocupa porque el MAS como en otras circunstancia ha sabido remontar este tipo de situaciones.
“Tenemos una gran capacidad de relanzamiento, lo tiene que haber este año, es un reto y más aún si tiene un adversario que está comenzando a generar adhesiones, entonces es un reto más complicado, pero siempre hemos sabido remontar esas adversidades. Estos momentos de lucha son los que más me emocionan, los tiempos de estabilidad me aburren”, señaló.
Alardea que el MAS enfrentó otros momentos políticos más difíciles, por ejemplo: cuando se incrementó el precios de los carburantes con el “gasolinazo” o cuando se intervino la marcha del Tipnis. “Esas sí fueron encuestas duras y el 2014 ganamos con el 62%”.
En relación a su candidatura a la vicepresidencia, García Linera dijo que “no es un tema que he reflexionado, no es un tema que he debatido, no es un tema que he considerado ni lo he reconsiderado, por el momento tengo simplemente un silencio, un silencio indagador de la realidad”.