La exautoridad, a través de una carta, requirió al mandatario brasileño realizar “una solicitud de opinión consultiva” para que la Corte “determine si la reelección presidencial perpetua es un derecho humano ‘amparado’ por el artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) y por encima de las limitaciones a mandatos establecidas en una constitución nacional”.

Esta solicitud fue realizada porque en el caso de Bolivia, el oficialismo logró que el Tribunal Constitucional habilite al presidente Evo Morales a la repostulación indefinida bajo el argumento de la “aplicación preferente” del artículo 23 de la CADH por ser una norma más favorable para los “derechos políticos” del aspirante, por encima de lo que establece la Constitución Política del Estado.

Además, esta polémica determinación fue asumida pese a que en el referendo del 21 de febrero de 2016, la mayoría de los bolivianos se opuso a una nueva postulación de Morales. 

Por eso, Quiroga también recordó a Temer que el propio embajador de su país, Luiz Felipe de Macedo, el 2008 asumió el papel de mediador y garante, junto a representantes de otros países, “del acuerdo político que acordó el texto constitucional, aprobado meses después y vigente hasta el día de hoy”.

“Una parte medular de ese acuerdo, garantizado por Brasil, era precisamente el limitar la gestión presidencial a un máximo de dos mandatos con una reelección, a través del artículo 168”, remarcó Quiroga.

Asimismo, Tuto consideró que el Gobierno del MAS debería confiar en la Corte “si realmente cree que la reelección perpetua es un derecho humano amparado por la CADH”.

Por tanto, tampoco debería “objetar que Brasil eleve una solicitud de opinión consultiva a la Corte sobre esta materia, lo que definirá si se respeta la voluntad popular y la Constitución boliviana, además de garantizar la aplicación homogénea y coherente de la CADH en nuestro hemisferio", apuntó.