Sectores afines y en contra del Gobierno se movilizaron ayer por las calles de las ciudades capitales del país para recordar los 36 años de la democracia en Bolivia, sin que se produjeran incidentes graves.

La democracia fue la excusa para que los militantes del MAS ratificaran la campaña por la reelección del presidente Evo Morales y para que los opositores salieran a exigir respeto a los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016, cuando la mayoría votó por el No al prorroguismo presidencial.

El aparato gubernamental se desplegó por diferentes regiones para impulsar la candidatura de Morales. En el caso de Potosí, el canciller Diego Pary y el ministro del Trabajo, Héctor Hinojosa, lideraron la movilización matinal.

Por la tarde, sectores de la oposición, comandados por el titular del Comité Cívico, Marco Pumari, marcharon en defensa del 21-F y en protesta por el secretismo que mantiene el Gobierno por la demanda interpuesta por Chile por las aguas del Silala y por la falta de información por el acuerdo alcanzado con una empresa alemana para la explotación del salar de Uyuni.

Ni el mal tiempo impidió que el propio presidente Morales llegara a Sucre para comandar la caminata para impulsar su reelección. Horas antes, sectores de la oposición habían recorrido las vías de la capital del Estado para exigir respeto a la democracia y reclamar respeto a la Constitución y a las leyes del país.

En Tarija, el ministro de Justicia, Héctor Arce, estuvo al frente de la concentración oficialista, mientras que por la tarde los cívicos y las plataformas demoraron su caminata por causa de la lluvia que cayó en esa ciudad.