Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: jueves 11 de octubre de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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J. F. C. Ch. - Cambio / Edición Impresa
Las fuerzas populares volvieron a las calles y lo hicieron en los nueve departamentos del país. Alimentado por ellas, el presidente Evo Morales afirmó desde la ciudad de Sucre que el gobierno de los movimientos sociales no será derrotado y que continuará con la construcción de la nueva Bolivia.
La movilización, convocada por la Central Obrera Boliviana (COB) y la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam) para conmemorar los 36 años de la recuperación de la democracia y la nacionalización de los recursos naturales, se llevó adelante en todo el país.
El presidente Evo Morales marchó en la ciudad de La Paz junto con los dirigentes de la COB y los miles de afiliados que descendieron desde la ciudad de El Alto hasta la histórica plaza San Francisco, donde hace 36 años se festejó la recuperación de la democracia.
Por la tarde, Morales se trasladó a la ciudad de Sucre, Chuquisaca. Desde la exestación y actual plaza Aniceto Arce, donde se instaló un escenario, y ante miles de personas, el Jefe de Estado dio un discurso en el cual destacó la lucha de los movimientos sociales en defensa de la democracia y afirmó que con la unidad del pueblo nada es imposible.
“Quiero saludar esta gran concentración, miles y miles concentrados en toda Bolivia (…) es el pueblo, pueblo; hermanas y hermanos, nunca nos van a derrotar. Lo dijimos antes, hemos llegado al Gobierno no de pasajero, no de inquilino, los movimientos sociales vamos a quedarnos para siempre porque estamos liberando Bolivia”, afirmó Morales, quien en 2019 volverá a postular a la Presidencia.
Señaló que en estos 12 años se alcanzaron metas sin precedentes en la historia nacional y que en el exterior quieren ejecutar las políticas sociales, como los bonos y rentas, y los programas como MiRiego y MiAgua.
Por ello, pidió al pueblo boliviano mantener la unidad y defender lo hecho en estos 12 años, incluso con movilizaciones.
Horas antes, en la ciudad de Cochabamba, el vicepresidente Álvaro García Linera hizo un pedido similar. Convocó a mantener la unidad del pueblo boliviano, que logró la nacionalización de los hidrocarburos.
Afirmó que el Ejecutivo nacional demostró que sabe gobernar y que ama a Bolivia “y que seguirá gobernando el país” por la voluntad popular.
“Hermanos, no vamos a volver a pedir limosna para pagar salarios. No vamos a arrodillarnos a ningún poder externo para hacer carreteras, los bolivianos tenemos recursos, tenemos cerebro, tenemos dignidad para seguir levantando el país hasta el cielo”, expresó.
El discurso de los dignatarios de Estado se da en el marco de un evidente escenario preelectoral abierto por la decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de fijar para el 27 de enero de 2019 la celebración de las elecciones primarias de candidaturas de los binomios presidenciales con miras a los comicios generales del próximo año.
Esa situación también se puso en evidencia en los discursos del gobernador de Chuquisaca, Esteban Urquizu; el alcalde de Sucre, Iván Arciénega, y el secretario ejecutivo de la Federación Única de Trabajadores de Pueblos Originarios, Román Barrón, que declaran a Morales como el “candidato ganador”.
“Nuestra lealtad siempre dando el respaldo al presidente Evo Morales, nuestro candidato firme”, señaló Urquizu.
La autoridad departamental advirtió que la élite chilena y la derecha boliviana impedirán por todos los medios que Morales sea reelecto.
Por ello dijo que habrá una dura batalla y pidió a los chuquisaqueños y bolivianos defender los intereses de patria.
“Presidente, fuerza por Bolivia, fuerza por la unidad de los bolivianos porque entre todos somos más; somos un instrumento de cambio para Bolivia, una Bolivia digna unida y soberana jamás sometida al imperio estadounidense”, apuntó.
Barrón, a su vez, afirmó que Morales es el candidato ganador de las próximas elecciones y que continuará con los cambios que logró desde que asumió la Presidencia el 22 de enero de 2006.
En tanto, el secretario ejecutivo