De acuerdo con la presidente del TSE, Kathia Uriona, el voto válido, con que se seleccionó, por simple mayoría, a las nuevas autoridades del Tribunal Agro Ambiental, del Consejo de la Magistratura, del Tribunal Supremo de Justicia y del Tribunal Constitucional Plurinacional, se situó en el rango de 31 y 33%.

De acuerdo con el informe divulgado cerca de las 22h00 locales (02h00 GMT del lunes), aún disperso, por la votación nacional y departamental diversificada que convocó al 78% de 6,4 millones de ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral, el voto en blanco se movió entre el 12 y 13% de la votación.

Y el voto nulo, con que la oposición a Morales intenta demostrar su adversación a la postulación del mandatario en las elecciones presidenciales de octubre de 2019, ocupó hasta el 53% del total de los votos emitidos, siempre según Uriona.

El restante 18,5% de las actas, proveniente de regiones y zonas alejadas de las principales ciudades de Bolivia, donde Morales se ha hecho fuerte en las elecciones nacionales de 2005, 2009 y 2014 y más aún en el Referendo Revocatorio de mandato en 2008, podría mover, sin alterar la tendencia de la votación, entre 10 y 15% puntos porcentuales.

Dado que el voto nulo fue planteado contra Morales, que no participó de ninguna forma en las elecciones judiciales que además no tienen carcáter plebiscitario, en la otra vera de la contienda política bolivian, la sumatoria entre válidos y blancos que, estos últimos, no fueron apuntaldos por la oposición, dejaría otra lectura política de la votación de este domingo.

Poco antes de que Uriona confirmara el resultado al 81,5% de las actas escrutadas, la oposición boliviana barajaba la posibilidad de que el voto nulo sobrepase el 70%.

Las segundas elecciones judiciales de la historia de Bolivia comportaron una participación de casi 8 de cada 10 electores, lejos de la abstención que caracterizaron las primeras a fines de 2011.  (ABI)