Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: jueves 04 de octubre de 2018
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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La Ley de Organizaciones Políticas fue concebida en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) con el noble objetivo de contribuir a la democratización de los partidos políticos. Sin embargo, el TSE dejó la puerta abierta para que el MAS usara este instrumento político para afianzar la candidatura de Evo Morales y para desestructurar a la oposición, a través de las elecciones primarias de enero de 2019.
Ese proyecto ya esparció una enorme duda en el TSE, pero, en su defensa se podía decir que fue sorprendido en su buena fe.
Sin embargo, luego vino la aprobación del reglamento para las elecciones primarias que estuvo exclusivamente en manos del TSE y que, tal como se conoce ahora, fue aprobado con tres de sus siete vocales en contra: Katia Uriona, Antonio Costas y Dunia Sandoval.
El artículo observado es el 40 que dispone que únicamente los militantes podrán impugnar a los candidatos de los partidos.
Está claro que el mayor beneficiario de esta norma es el MAS, porque resulta absurdo pensar que un militante de ese partido se atreva a impugnar la candidatura del binomio de Evo Morales y Álvaro García Linera y quienes sí estarían dispuestos a hacerlo no cumplirán el requisito de estar inscritos en el MAS. A no ser que alguna persona independiente o de otro frente decida inscribirse en el partido de gobierno únicamente para cumplir con este objetivo, lo cual es ir demasiado lejos con la suposición.
Ahora que José Luis Exeni ha renunciado a su cargo de vocal electoral, el TSE queda partido en dos, entre los institucionalistas y los que buscan beneficiar al partido oficialista, según se puede colegir de la votación del reglamento de las primarias.
Los opositores han decidido impugnar la norma porque consideran que beneficia al MAS.
Pero, no sólo eso, sino que, según analistas, va contra la Ley de Régimen Electoral, que dispone que cualquier ciudadano puede impugnar las candidaturas. Y, como se sabe, una ley está por encima de un reglamento.
Habrá que esperar el curso de los acontecimientos para verificar quién es quién en el TSE. Si finalmente se imponen los institucionalistas o los afines al partido de Gobierno.
Entre tanto, el país se encamina a unas elecciones primarias apresuradas y con las reglas de juego favorables a la candidatura del MAS.
En esas condiciones y con la prisa a cuestas se han iniciado las conversaciones entre los líderes políticos de la oposición, que deben conformar sus binomios lo antes posible, mientras que el MAStiene su estructura y su aparato listos para los comicios.