Un asunto político candente se presenta a corto plazo en la vida política del país con motivo de las elecciones generales del siguiente año, no sin que antes se resuelva otro, que es el referido a la re-repostulación del actual primer mandatario del Estado Plurinacional, iniciativa, sin embargo, cuestionada por diversos factores constitucionales y legales. Ese nuevo asunto es el referido a la designación del candidato a la vicepresidencia del Estado Plurinacional, tanto de parte del partido gobernante como de otros que posiblemente presenten a sus propios favoritos.

Para la fórmula presidencial del partido oficial, el tema es casi de inmediata solución, ya que varios grupos presionan para que el asunto se resuelva a la brevedad posible, pues se considera que la campaña electoral está por empezar y no hay tiempo que perder.

En efecto, la mayor preocupación para la elección de dicho candidato se encuentra en el partido oficialista, en cuyo seno se debate quién será el elegido. Como fuerzas de presión se encuentran los cocaleros del Chapare que ya tienen su fórmula, las bartolinas que demandan que “de todas maneras” la vicepresidencia sea ocupada por una mujer, la Central Obrera Boliviana (COB) que desea un candidato obrero, Conalcam que anda dividida y otros organismos que piden el cumplimiento de la Carta constitucional.

Pero, entre esos grupos el que más exige su participación en la fórmula de Evo Morales es la COB, organismo de más peso e influencia entre todos los existentes, el que en un Congreso realizado a principio de año, a tiempo de elegir una directiva adicta a las filas oficialista, aprobó que el candidato a la vicepresidencial debe ser, obligadamente, un obrero elegido mediante el sistema de nominación por las bases de acuerdo con sus principios democráticos.

Así, la COB ratificó su posición aprobando que un obrero acompañe a Evo Morales, desplazando de esa posibilidad a Álvaro García Linera, quien es otro de los candidatos para volver a ocupar ese puesto, pese a que en varias oportunidades aseguró que no terciaría en las elecciones de 2019.

Sin embargo, un escollo casi insalvable se presenta para ese fenómeno del Doble poder MAS-COB que se registra en el país. En efecto, ese embrollo consiste en que de no acatarse la resolución del Congreso de la COB, el Poder dual quedaría hecho añicos y, por tanto, en vez de que el organismo laboral sea aliado del gobierno, se convierta en su enemigo. De ahí que el asunto de la nominación del candidato vicepresidencial adquiere importancia capital, para el Poder dual.

De todas maneras, queda recordar que el Poder dual ha sufrido grandes problemas a lo largo de su existencia, cuando, primero, tuvo una luna de miel allá por los tiempos de la revolución de 1952, aunque se disolvió como un terrón de azúcar en una taza de café, para reaparecer con el MAS en los primeros días de su gobierno, aunque para ser sustituido por el Doble poder MAS-Empresa privada que duró poco tiempo, para dar, finalmente, paso al doble poder COB-MAS en vigencia.