Medio: ANF
Fecha de la publicación: lunes 01 de octubre de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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Para encontrar una solución coherente es necesario una deconstrucción de los esquemas y una repolitización del ambiente, lamentablemente y para tristeza de todos el plan A no funcionó, pero no podemos quedarnos estancados por eso, al contrario debemos pasar al plan B, entender que debemos dejar de estar sumergidos en la “anti-política” de aquellos que dicen no ser ni de un lado ni del otro y construir un verdadero proyecto con estructura, militancia, institucionalidad e innovación, un proyecto que tenga como objetivo la constitución y consagración de procesos, no así de políticos y caudillos.
Contenido
Las últimas semanas se vieron cargadas de un fuerte ritmo político pre electoralista, donde pudimos observar a una oposición bastante agitada, llevando a cabo diferentes reuniones, planteando posibles estrategias de coalición y adaptándose al nuevo calendario político, generado a causa de la aprobación de la nueva Ley de Organizaciones Políticas.
A lo anterior se suman las reiteradas participaciones mediáticas por parte de los líderes de las plataformas activistas del Bolivia Dijo No, además del manifiesto del “II Congreso Nacional de Plataformas”, donde recalcan en tres de sus puntos: estar totalmente en contra de la ley y la electoralización de los partidos políticos y deciden formar una comisión que impida que estos entren a las elecciones primarias. Pero, ¿qué significa esto?
A lo anterior se suman las reiteradas participaciones mediáticas por parte de los líderes de las plataformas activistas del Bolivia Dijo No, además del manifiesto del “II Congreso Nacional de Plataformas”, donde recalcan en tres de sus puntos: estar totalmente en contra de la ley y la electoralización de los partidos políticos y deciden formar una comisión que impida que estos entren a las elecciones primarias. Pero, ¿qué significa esto?
Las plataformas en numerosas oportunidades reiteraron su negativa ante la ley mencionada, alegando que ésta es vinculante para una ilegitima repostulación de Morales y la consolidación de lo que ellos denominan “dictadura castro-chavista”, sin embargo, la lectura que realizan estos grupos activistas parece estar un tanto rezagada y cargada de demasiados sentimientos y emociones.
La sentencia de interpelar a los partidos políticos que decidan ir a elecciones primarias no es más que otro síntoma de la clara degeneración democrática que sufre el país, entorpeciendo de esta manera la posible estructuración político partidaria que podría conferir a mediano plazo formalidad a los partidos políticos en Bolivia, además de una muy necesaria militancia e ideologización, pudiendo ser ésta la llave para salir del régimen caudillista del que formamos parte y al que incluso contribuimos.
Las distintas encuestas realizadas en los últimos meses hicieron entrar en alerta al Movimiento al Socialismo, haciéndole barajear la posibilidad de una derrota electoral, por lo mismo, el planteamiento de las elecciones primarias en enero no es una herramienta para legitimar la repostulación sino para trazar el panorama electoral respecto al candidato opositor más popular y plantear una estrategia al respecto; la falta de postura partidaria de las plataformas ciudadanas y la renuncia a una postura oficial en un futuro proceso electoral es una ayuda al partido de gobierno para consolidar la idea de una oposición disgregada, segmentada y sin estructura.
Demócratas anunciará el 9 de octubre su binomio oficial para las elecciones primarias, esta fecha tiene un gran valor y peso político, podría constituirse como el principio del fin para las plataformas ciudadanas, teniendo en cuenta la latente probabilidad de observar a Carlos Mesa como el candidato designado, será interesante observar si estos activistas mantienen la postura que tanto han reafirmado o entran al singular cuadro de los “mentirosos” de la política boliviana, si se llegan a consolidar como una verdadera alternativa con una base sustentada en Mesa para sostener la transición post Evo o por el contrario sufren una disgregación y ruptura de fines en común mostrando el rostro de un grupo amorfo que más allá de un slogan tiene poco para ofrecer, en paralelo, de seguro se verán descifrados los intereses y aspiraciones políticas a cargos públicos entre sus principales dirigentes.
Finalmente, todo poder tiene una resistencia, pero hay poderes que tienen su mayor virtud en su construcción sobre estas últimas, creo que este es uno de esos casos, donde la resistencia engrana o cuaja perfectamente a los intereses del poder, que en este caso es el de segmentar y mantener sin un objetivo claro o proyecto a un bloque que se debería suponer unido.
Para encontrar una solución coherente es necesario una deconstrucción de los esquemas y una repolitización del ambiente, lamentablemente y para tristeza de todos el plan A no funcionó, pero no podemos quedarnos estancados por eso, al contrario debemos pasar al plan B, entender que debemos dejar de estar sumergidos en la “anti-política” de aquellos que dicen no ser ni de un lado ni del otro y construir un verdadero proyecto con estructura, militancia, institucionalidad e innovación, un proyecto que tenga como objetivo la constitución y consagración de procesos, no así de políticos y caudillos.
La sentencia de interpelar a los partidos políticos que decidan ir a elecciones primarias no es más que otro síntoma de la clara degeneración democrática que sufre el país, entorpeciendo de esta manera la posible estructuración político partidaria que podría conferir a mediano plazo formalidad a los partidos políticos en Bolivia, además de una muy necesaria militancia e ideologización, pudiendo ser ésta la llave para salir del régimen caudillista del que formamos parte y al que incluso contribuimos.
Las distintas encuestas realizadas en los últimos meses hicieron entrar en alerta al Movimiento al Socialismo, haciéndole barajear la posibilidad de una derrota electoral, por lo mismo, el planteamiento de las elecciones primarias en enero no es una herramienta para legitimar la repostulación sino para trazar el panorama electoral respecto al candidato opositor más popular y plantear una estrategia al respecto; la falta de postura partidaria de las plataformas ciudadanas y la renuncia a una postura oficial en un futuro proceso electoral es una ayuda al partido de gobierno para consolidar la idea de una oposición disgregada, segmentada y sin estructura.
Demócratas anunciará el 9 de octubre su binomio oficial para las elecciones primarias, esta fecha tiene un gran valor y peso político, podría constituirse como el principio del fin para las plataformas ciudadanas, teniendo en cuenta la latente probabilidad de observar a Carlos Mesa como el candidato designado, será interesante observar si estos activistas mantienen la postura que tanto han reafirmado o entran al singular cuadro de los “mentirosos” de la política boliviana, si se llegan a consolidar como una verdadera alternativa con una base sustentada en Mesa para sostener la transición post Evo o por el contrario sufren una disgregación y ruptura de fines en común mostrando el rostro de un grupo amorfo que más allá de un slogan tiene poco para ofrecer, en paralelo, de seguro se verán descifrados los intereses y aspiraciones políticas a cargos públicos entre sus principales dirigentes.
Finalmente, todo poder tiene una resistencia, pero hay poderes que tienen su mayor virtud en su construcción sobre estas últimas, creo que este es uno de esos casos, donde la resistencia engrana o cuaja perfectamente a los intereses del poder, que en este caso es el de segmentar y mantener sin un objetivo claro o proyecto a un bloque que se debería suponer unido.
Para encontrar una solución coherente es necesario una deconstrucción de los esquemas y una repolitización del ambiente, lamentablemente y para tristeza de todos el plan A no funcionó, pero no podemos quedarnos estancados por eso, al contrario debemos pasar al plan B, entender que debemos dejar de estar sumergidos en la “anti-política” de aquellos que dicen no ser ni de un lado ni del otro y construir un verdadero proyecto con estructura, militancia, institucionalidad e innovación, un proyecto que tenga como objetivo la constitución y consagración de procesos, no así de políticos y caudillos.
Sergio Gerardo Manjon Cervantes es estudiante de Ciencias Políticas en la UCB-La Paz.