La división del MAS, se agudizó, la militancia fundadora responsabiliza a los invitados, a quienes llama “infiltrados”, provenientes de otros partidos, quieren manejarlos para hacerse candidatos.

Fernando Barral Zegarra

Para la mayoría de los militantes del Movimiento Al Socialismo MAS, el congreso de esta organización efectuado este fin de semana es considerado una chacota y una burla para los congresales, al extremo de que casi 20 organizaciones se retiraron y no reconocen a la nueva dirigencia.
“Este congreso fue una chacota y una burla para los congresales y las regionales del Instrumento, se buscó la unificación, pero lamentablemente no se dio, el estatuto no fue tomado en cuenta”, cuestionó el dirigente de Bermejo, Guillermo Maturano Pereira.
“En qué congreso la comisión de poderes elije a los dirigentes, lamentablemente no hubo presídium y todas las organizaciones estamos en desacuerdo con esa nueva directiva”, agregó el dirigente respaldado por otros colegas y muchos militantes de base.
Informó que los interculturales de Bermejo prevén un congreso dentro de algunos días, donde sacarán un voto resolutivo sobre el MAS que está dividido y fracturado como reconoció, al igual que el dirigente electo cuya gestión fue desplazada, René Sánchez Quispe.
“Ellos han forzado a esto”, respondió Sánchez. Al ser consultado quiénes son “ellos” precisó al Ministro d Justicia Héctor Arce Zaconeta y al Alcalde de Uriondo, Álvaro Ruiz García. Mostró un voto resolutivo donde la mayoría del MAS le reconoce como máximo dirigente.
Un miembro de base al coincidir con el rechazo a la nueva dirigencia, afirmó que no descartan ir a la huelga de hambre. Otra militante sostuvo que el anterior congreso fue mucho más formal, ahora no llegaron ni dirigentes nacionales ni hubo Notario de Fe Pública.
“Ruiz siempre ha estado digitando por detrás, el mismo compañero Gallardo (Sergio) hay varios que lastimosamente se prestan a esto por intereses personales, seguramente pensando ser candidatos en las próximas elecciones, y eso es muy penoso”, afirmó.
El dirigente de Cercado, Jorge Burgos Morales, dijo que la Federación de Campesinos está siendo manejada por algunas autoridades con intereses particulares, se distorsiona su sentido, algunos invitados, se entrometieron en el accionar de la organización.
Al decir que los invitados, “los infiltrados” quieren manejar al MAS, dijo que la militancia fundadora tiene que proteger su casa, “no puede ser que los infiltrados vengan a hacer daño al instrumento político, nosotros somos cuidadosos de nuestro principios”.
“Congresos que parecen más pantomima que otra cosa”, insistió mientras otro militante mencionó a Rodolfo Meyer Ayala como otro entrometido que habiendo sido candidato a alcalde por otro partido, ahora quiere manejar al MAS.

El MAS terminó por dividirse del todo

El congreso departamental del gobernante MAS, este último fin de semana, acabó por dividir y fracturar a esta organización, el evento terminó en botellazos, silletazos, gritos, puños y golpes, entre masistas fundadores y los “infiltrados”, aseveró el dirigente, Jorge Burgos. 
“Hay un total fraccionamiento de la familia del MAS, de la familia masista, nosotros queremos decir a la opinión pública que estas cosas no deben ocurrir, nosotros aportamos para un congreso de unidad, no de desunión y enfrentamiento”.
“Ellos al actuar de esa forma manipuladora, contratando gente delincuente par provocar caos y anarquía dentro el congreso, no tenían buenas intenciones, la familia masista está totalmente dividida, estamos en estado de emergencia”, sostuvo.
Sobre cuál la actitud de Evo Morales sobre este problema, Burgos respondió que estuvo de acuerdo con un nuevo congreso, sin embargo, ocasionó mayor división porque se identificó qué intereses hay, vinieron a destruir este congreso, agregó.
Un militante que no dio su nombre mostró una fotografía donde el nuevo dirigente del MAS elegido en este congreso, Carlos Acosta, estaba con una polera roja de la ex agrupación “Podemos” del ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga Ramírez.