El 208 aniversario cívico de Santa Cruz quedó ensombrecido ayer por la coyuntura política que divide al país en torno a la reelección. Un fuerte resguardo policial en la plaza 24 de Septiembre, silbidos al presidente en ejercicio, Álvaro García Linera, así como al alcalde Percy Fernández, choques entre ciudadanos, el abandono de los dirigentes cívicos a los actos oficiales y la suspensión de la sesión de honor de la Asamblea Departamental marcaron la jornada festiva.    

Los conflictos comenzaron temprano cuando efectivos policiales cercaron la plaza principal de Santa Cruz, escenario del desfile cívico, en resguardo de la presencia de García Linera ante la presencia de activistas del 21F. "Lo que se quiere es tener un aniversario en paz, en tranquilidad, tolerancia y armonía, esa es la misión constitucional que tenemos, estamos con autoridades nacionales y no podemos empañar (el acto)", justificó el subcomandante departamental de la Policía, Igor Echegaray.

Sin embargo, los  gritos de "Bolivia dijo No" subieron de tono cuando el Presidente en ejercicio saludó al Colegio Militar de Aviación en presencia de otras autoridades nacionales, departamentales y municipales.

La dirigencia cívica se retiró del acto para rechazar la presencia del Mandatario. "No vamos a participar, (sólo) hemos venido a solidarizarnos con esos gritos que rechazan al Gobierno abusivo y déspota, que busca perpetuarse en el poder", manifestó Fernando Cuéllar, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz.

El asedio policial fue severamente criticado en redes sociales. El secretario de Gobierno de la Gobernación, Vladimir Peña, repudió la medida. "Seguramente tienen una instrucción, nosotros rechazamos y deploramos, porque Santa Cruz es diverso, plural y tolerante, y donde tiene que existir todas las expresiones de la ciudadanía, sean de apoyo, de rechazo o interpelación", dijo.

Consultado, García Linera descalificó a los activistas del 21F. "Uno viene con toda la sencillez y cariño a rendir su homenaje, pero a otra gente creo que no le importa ni Santa Cruz ni Bolivia, solamente le importa sus intereses personales y esta intolerancia fascistoide, pero son minoría", respondió.

No es la primera vez que la presencia de García Linera en actos oficiales genera este tipo de expresiones. En el aniversario de Cochabamba, también se registraron incidentes y antes durante las fiestas patrias del 6 de Agosto.

Durante la jornada de desfiles, las críticas también apuntaron contra el alcalde Percy Fernández. Activistas y gendarmes llegaron a los golpes, en el frontis de la catedral en Santa Cruz. Cuando el Alcalde cruceño salía de la Catedral junto a la presidenta del Concejo, Angélica Sosa, se escucharon los gritos que pedían "auditoría" haciendo alusión a los casos de supuestos sobreprecios en la compra de las bandas para los ediles y los contratos con la empresa MAHS.

Fernández tuvo que apurar su salida entre la cadena humana que formaron los gendarmes. Ante la ausencia de la Policía que custodiaba los ingresos a la plaza, los golpes continuaron.

La presidenta del Concejo Municipal cruceño, Angélica Sosa, anunció que pedirá un informe al Gobierno sobre quién instruyó el cerco policial a la plaza, abogó por la realización de manifestaciones pacíficas en el marco de la democracia y aseguró que el alcalde Fernández no buscará la reelección.

Al final de la tarde, el presidente de la Brigada Parlamentaria Cruceña, Henry Cabrera (MAS), suspendió la sesión de honor programada para condecorar a 36 personalidades e instituciones que aportaron al desarrollo de la región. La suspensión tuvo lugar entre los rumores de que García Linera sería uno de los condecorados.

La presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño, denunció que funcionarios pagados por el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, empañaron el homenaje a los 208 de la gesta libertaria de esa región.

Ayer, el presidente Evo Morales desde EEUU donde asiste a la Asamblea General de la ONU,  vía Twitter, saludó a los cruceños así como la creación del departamento de Pando, que también estuvo de aniversario.

El 21 de febrero de 2016, una mayoría de los bolivianos rechazó en un referéndum la posibilidad de una nueva postulación de Evo Morales a la presidencia. Sin embargo, el oficialismo decidió desconocer ese resultado e insiste en postular a Morales en las elecciones de 2019.

Esta pretensión oficialista avivó protestas en diferentes regiones del país así como la conformación de plataformas ciudadanas, que aprovechan todos los escenarios posibles para exigir el respeto al 21F con gritos de "Bolivia dijo No".