Medio: La Patria
Fecha de la publicación: viernes 01 de diciembre de 2017
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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Lo indicado en líneas precedentes nos pone de manifiesto la enorme importancia que tienen para la ciudadanía los procesos electorales, que deben ser organizados de tal manera que sus resultados sean la fiel expresión de la voluntad soberana del pueblo. Esta organización tiene que partir de una buena planificación de Procesos Electorales que deben contar con un presupuesto económico de acuerdo al crecimiento poblacional y el incremento de nuevos electores en edad de votar (18 años).
Una adecuada planificación, seguimiento y evaluación mejora la organización de todo proceso electoral, actividad que se divide en tres etapas: pre-electoral, electoral y post electoral. El seguimiento y la evaluación contribuyen a la organización a obtener información importante de todas las actividades, las que se puede utilizar como base para ajustar la programación, reorientarla y para una futura planificación. Sin una planificación, un seguimiento y una evaluación eficaces, sería imposible juzgar si el trabajo va en la dirección correcta, si se pueden proclamar avances y éxitos, y cómo se podrían mejorar los futuros esfuerzos.
Bajo estos parámetros la planificación de todo proceso electoral tiene que enmarcarse dentro de las etapas, a) Preelectorales, que es el conjunto de procedimientos y actos preparatorios dispuestos por ley a efectos de facilitar la organización de todas las instancias previas a la realización del proceso electoral, entre los que se pueden citar: aprobación y publicación del Calendario Electoral, periodo de inscripción y actualización de datos en el padrón electoral (apertura del periodo de inscripción masiva), inscripción o registro de candidatos (si se trata de elecciones), designación de jueces y notarios electorales, organización de guías electorales, publicación de: candidatos habilitados, como de ciudadanos habilitados en el padrón electoral, sorteo de ubicación de candidaturas en la papeleta electoral (en el caso de elecciones), inicio del periodo de publicidad, entrega del padrón electoral consolidado, sorteo y publicación de la nómina de jurados electorales, lugar de reunión o junta y cronograma de capacitación, ubicación de asientos y recintos electorales, b) Electorales, que tienen por finalidad recibir el voto del ciudadano en las mesas electorales, efectuar el escrutinio público de las mesas electorales, cómputos departamentales y nacional para obtener resultados parciales y determinar los favorecidos con la voluntad de la soberanía popular durante un período determinado de tiempo, c) Post electoral, que conforman la tercer y última etapa del proceso electoral, y son aquellos que procuran descifrar y dar cumplimiento a la voluntad popular, mediante la conclusión de cómputos departamentales y nacional y la publicación de datos finales correctos y transparentes, en un tiempo breve y oportuno. Se debe tomar en cuenta que la entrega de resultados podría prolongarse en un tiempo determinado si hubiesen existido mesas observadas donde necesariamente tendría que repetirse el acto de votación.
En este contexto se puede definir la planificación como el proceso de establecer objetivos, desarrollar estrategias, trazar planes de implementación y asignación de recursos para alcanzar los objetivos. Implica mirar diferentes procesos, Identificar la visión, las metas u objetivos que se deben lograr para formular estrategias necesarias y alcanzar el éxito proyectado.
Para alcanzar resultados óptimos, adecuados y excelentes en todo proceso electoral se debe exigir y trabajar con calidad electoral que tiene que ver con una planificación detallada y rigurosa como el control estricto de tiempos en el cumplimiento de tareas, objetivos y el logro de resultados departamentales y su conjunción general a nivel nacional, esto permitirá realizar ajustes de acuerdo al desarrollo de trabajos y el cumplimiento del calendario electoral. Sin embargo, para asegurar el logro de resultados de desarrollo, no es suficiente tener buenas intenciones, grandes programas o proyectos, y adecuados recursos financieros. La calidad de estos planes, programas y proyectos, así como lo bien que se usen los recursos, son también factores críticos para el éxito. Para mejorar las posibilidades de éxito, se debe prestar atención a algunas áreas comunes en las que se observa debilidad, para lo que es imprescindible tomar decisiones oportunas e inmediatas.
La experiencia en la planificación de procesos electorales ha dado lugar a la identificación consistente, de cuatro puntos importantes en las que se debe trabajar:
1) Planificación, definición del tipo de Proceso.- Tienen mayores posibilidades de éxito cuando los objetivos y el alcance de ambos son definidos y clarificados adecuadamente. Esto reduce la probabilidad de encontrar retos importantes durante la implementación o readecuación del proyecto.
2) Participación efectiva de las Direcciones, Áreas, y Unidades estrechamente relacionadas con el proceso, altos niveles de compromiso por parte de los funcionarios, organizaciones e instituciones representativas que contribuirán en la realización del proceso electoral son importantes para alcanzar el éxito planificado.
3) Comunicación y coordinación. Una buena comunicación tiene como resultado una acertada participación en todo proceso. Además, la comunicación mejora la claridad en cuanto a las expectativas, los roles y las responsabilidades, así como la información sobre los avances y el desempeño en las tareas programadas. Esta claridad ayuda a asegurar el uso óptimo de los recursos materiales, económicos y humanos. La coordinación entre direcciones, unidades y áreas se considera una estrategia esencial para el seguimiento, control y el cumplimiento de metas y objetivos.
4) Seguimiento y evaluación. Los programas y proyectos que cuentan con componentes fuertes de seguimiento y evaluación tienden a mantenerse encauzados. Además, a menudo se detectan con anterioridad los problemas, lo que reduce la probabilidad de tener más tarde costes excesivos o retrasos considerables.
Una buena planificación, combinada con un seguimiento y una evaluación eficaces, pueden desempeñar un rol importante para mejorar la eficacia de los procesos electorales. Permite concentrarse en los resultados que importan, en tanto que el seguimiento y la evaluación ayudan a aprender de los éxitos y retos pasados para tomar decisiones con conocimiento de causa.