El alcalde suspendido de Quillacollo, Eduardo Mérida, advirtió ayer que jueces, fiscales y abogados buscarán su detención en las próximas audiencias con el argumento de que no cuenta con un trabajo, porque el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) ratificó su suspensión.

“Me quieren encarcelar sin haberme probado un solo proceso de corrupción (…) El miércoles tengo una audiencia por el caso de la libreta. Dicen que no tengo trabajo cuando soy alcalde suspendido con sueldo de 17 mil bolivianos”, aseveró.

La autoridad indicó que, al igual que en su audiencia programada para el jueves por despido de cinco trabajadores afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), solicitarán que sea encarcelado.

“Mi pecado es haber grabado al juez (Elvis López) que me suspendió. No haberme arrodillado al MAS. Estaré en la plaza esperando que me detengan”, manifestó.

Tras el anuncio, el burgomaestre instaló nuevamente junto a sus simpatizantes una vigilia en puertas de la catedral de Cochabamba.

“El viernes tengo otro juicio que me fabricó un abogado del MAS que dice que no he cumplido la sentencia de un juez que instruyó que le cobremos impuesto mínimo a una construcción clandestina”, remarcó.

Mérida afirmó que el 2 de octubre debe enfrentar otra audiencia por el caso de los denominados “audios de la corrupción”, que implican a su esposa Giovanna Maldonado y a Richard Ágreda.

El 5 de noviembre, el Alcalde debe acudir a estratos judiciales, acusado por legitimación de ganancias ilícitas.

“Quieren mis bienes, mi libertad y encarcelar a mi familia. No he comprado nada ni abierto cuentas bancarias después de ser alcalde”, subrayó a tiempo de recordar que afronta 35 procesos, de los que siete fueron iniciados por concejales.

DEMANDA INTERNACIONAL

“El Gobierno no quiere que presente una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) porque sabe que allá me dará la razón”, remarcó el alcalde de Quillacollo, Eduardo Mérida.

El recurso será presentado a través de un apoderado la próxima semana en Washington.

La autoridad ratificó que la suspensión de la silla edil no correspondía porque no tiene impedimento alguno. “No quieren que me defienda en tribunales internacionales porque saben que los argumentos con los que me alejaron no tienen fundamento”, puntualizó. El burgomaestre finalizó mencionando que, de darse su detención, ésta sería injusta, como la del médico Jhiery Fernández en La Paz.