“La crisis de la justicia es un síntoma de una democracia debilitada, que tiene como responsable a la actual hegemonía política que fractura la independencia de poderes”, expresó el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) en un comunicado de prensa.

El Comité aseguró que la justicia boliviana es “presa” del poder y la corrupción, situación que incluso causó un daño estructural a la institucionalidad y al Estado de derecho.

Por eso, en la actualidad, “la dignidad de las personas y la violación de los derechos humanos incluso nos transformaron en víctimas de malas prácticas y malos funcionarios, que han arrebatado a muchos inocentes el preciado valor de la libertad”, se lee en el documento.

Este pronunciamiento surge en medio de una gran polémica desatada en el país después de la difusión de un audio en el que se admite la condena del médico Jhiery Fernández, siendo éste inocente.

Fernández “es víctima de una grave situación de indefensión y vulneración de los derechos fundamentales, como efecto de un proceso penal plagado por vicios de nulidad”, sostuvo el Comité.

Apuntó que la justicia debe ser un instrumento fundamental para la protección de los derechos humanos de todos los ciudadanos, pues lo contrario significa enfrentar un claro abuso de poder y de autoridad, “que está despedazando la institucionalidad del Estado”.

El 27 de marzo de este año, Fernández fue sentenciado a 20 años de prisión, por el delito de violación del niño Alexander, quien murió en 2014.