Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: domingo 23 de septiembre de 2018
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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Página Siete / La Paz
El congreso del Movimiento Al Socialismo (MAS) de Tarija culminó en una trifulca entre dos bandos, en la que se agarraron a golpes, empujones y hubo quienes lanzaron sillas a la testera. En un bando estuvieron los sectores que exigían que se respete la elección del presidente departamental del frente, realizada en 2017; la otra facción buscó nombrar a otro dirigente en ese cargo.
Al final se impuso esta segunda tendencia. El congreso se instaló el viernes en el coliseo universitario y concluyó la mañana de ayer con la toma de posesión de Carlos Acosta, como nuevo máximo dirigente departamental de Tarija.
“Orgullosos de este triunfo que lo llamamos nosotros”, sostuvo Acosta, quien declaró a ABI que buscaron “sacar un presidente, a nivel departamental, para que pueda unificar las provincias y fortalecer este proceso de cambio”.
Las tendencias
El País de Tarija informó que uno de los sectores exigió que se respete la elección de diciembre de 2017 de René Sánchez, campesino de Caraparí, como máximo dirigente departamental del masismo, aunque -informó el impreso- “sin el respaldo de las matrices más grandes, como los campesinos y las Bartolinas”.
El otro bando apuntaló la nominación de Acosta, quien -según el reporte- fue apoyado por campesinos, Bartolinas y sus representantes en las diferentes regionales, sectores que finalmente “lo impusieron”.
La proclamación de Acosta provocó que, de 26 organizaciones, 19 se retiraran del congreso, porque pedían respeto a la determinación tomada el año pasado.
En un video que circuló en redes se ve cómo, entre abucheos y golpes, un grupo de asistentes intenta subir al escenario, pero quienes están arriba les impiden lograr ese objetivo con empujones y hasta tirándoles cosas.
Luego se vislumbra cómo desde el sector de la concurrencia empiezan a lanzar objetos hacia los que están en la testera. En un momento dado la agresividad llegó a tal punto que terminaron arrojando sillas al escenario.
El jefe de bancada del MAS, el diputado David Ramos, reconoció que en esa región hay rivalidad entre sectores del masismo. No obstante, la autoridad manifestó que aquello no significa que el partido oficialista esté “quebrado”.
“Hay esa pugna, pero sin que esto signifique que es una fractura, como proyecto político. La conducta que define el MAS es convicción de cada uno de los militantes, pero también el compromiso político. Esa clase de posturas que hoy ejercitan en Tarija no significan que el MAS esté quebrado”.