Pero por lo que se observa, lo que se escucha y lo que sucede en materia política, los observadores y analistas aún no pueden identificar claramente ninguna opción de alianzas entre opositores para conformar un frente único que sería lo deseable por algunas bases políticas o dividir sus fuerzas en intentos sectoriales que no tendrían el efecto deseado para cambiar la estructura política nacional.

En los hechos no hay aprestos serios entre los líderes políticos opositores para responder a la inquietud ciudadana que espera un frente amplio para cambiar el esquema político vigente que tiene resistencia en varios sectores que plantean una renovación y para ese fin demandan el respeto al resultado del 21F, pero al mismo tiempo consideran oportuna la posibilidad del cambio político con la alianza de varias fuerzas que converjan en el objetivo de disputar la futura gobernabilidad con el mayor respaldo del voto ciudadano renovado y garantizado en democracia.

En la semana se conocieron algunas "posturas" de ciertos líderes políticos, pero por lo menos en un caso se truncó la idea de avanzar en la conformación de un frente, cuando el TSE inhabilitó a Sol.bo como partido nacional por no alcanzar el número necesario de firmas de militantes registrados. La decisión fue calificada como "grotesca", al pretender desconocer la cantidad de libros y firmas que fueron presentados y admitidos en el mismo órgano electoral.

Si bien Sol.bo se perfilaba como una alternativa de coalición con otras fuerzas, tal parece que se utilizarán "armas innobles", para impedir en el corto tiempo que queda la posibilidad de coaligar en un solo frente a los opositores. Otros líderes de partidos en ejercicio, tienen suspicacias sobre las acciones que puedan instrumentalizarse para "cruzar" posibles acuerdos de partidos que entre otras cosas, ahora también dudan de las seguridades que el TSE les otorga para su funcionamiento legítimo.

En el calendario, la hoja de septiembre será arrancada en una semana y quedará algo más de un mes para que puedan articularse programas de alianza con estrategias afines que respondan a la voluntad de los bolivianos y que muestren con absoluta claridad la posición de los políticos para renovar el escenario político despojándose de intereses partidarios y asumiendo responsabilidades frente a criterios ciudadanos para presentar un binomio opositor de unidad nacional.

Lo que plantea parte del electorado es que los políticos muestren realmente sus intenciones y su predisposición a un renunciamiento, en aras de los intereses supremos del país, que debe mantenerse unido, conservando sus atributos de justicia y libertad al amparo de las leyes y la Constitución en otra dura prueba para nuestra democracia.