Medio: El País
Fecha de la publicación: sábado 22 de septiembre de 2018
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Renovación dirigencias
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El sector más próximo a René Sánchez, el líder “derrocado” con la venia del ministro coordinador, Héctor Arce, que fue quien instó a convocar al Congreso de “Unidad” quiso poner en duda la elección de un nuevo dirigente bajo el argumento ya conocido de que el carapareño es el presidente electo y que el Congreso debe servir para apuntalar ese liderazgo.
Sánchez fue electo en un accidentado Congreso celebrado en diciembre de 2017 en Bermejo. Entonces las Bartolinas todavía no habían salido de su crisis orgánica producida por el terremoto que supuso la detención de su líder histórica Julia Ramos, y los campesinos andaban también en una pugna de legitimidad. Sánchez, campesino de Caraparí, fue electo con el apoyo de los Interculturales y las centrales especiales del Chaco y Bermejo, pero lo de la legitimidad es otra cosa.
Un encaje de riesgo
Las ausencias prolongadas de Sánchez y la poca ascendencia sobre las autoridades electas motivó la revuelta de la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija (Fsucct) que una vez reorganizada maneja el tablero para cumplir con sus objetivos. La Única está ahora bajo el control de las centrales de la zona alta, mucho más disciplinadas sindicalmente, y que han logrado su entente de paz con la de Cercado y las de los “molestoso del 45%”. El acuerdo se replica la Asamblea Legislativa y aspira a reproducirse en el partido.
Osvaldo Fernández, de El Puente, como la secretaria del Legislativo Sara Armella, resultan centrales. Al acuerdo se suma Osvaldo Yucra por Cercado, con Guadalupe Jurado en la Asamblea, garantizando el control campesino de la agenda. De ellos depende la administración de los tiempos para el asunto del cambio legislativo del 45 por ciento, que en sí mismo es fuente de conflicto permanente.
El acuerdo campesinos – Asamblea se cierra con el papel de los alcaldes y pasa necesariamente por Uriondo, donde su alcalde, Álvaro Ruíz, es uno de los activos del MAS mejor colocados para ser candidato en 2020. En la negociación final por la Asamblea, la presidencia fue a parar a Guillermo Vega, de Uriondo y todo parece apuntar que la del partido igualmente acabará recayendo en un miembro de esa jurisdicción. Suenan dos: Eider Quiroga y Carlos Acosta.
Centrar la base
La mayoría de votos de la Única (60) y Bartolinas (60), además de sus respectivos en las subcentrales, garantiza el éxito del acuerdo, pero no todo están dispuestos a ceder sin dar batalla.
Un sector amplio han cuestionado los acuerdos pragmáticos y exigen definir claramente la línea de acción y las líneas rojas para el evento trascendental de lo que se viene: la elección de candidatos para la etapa electoral.
Lo normal, que no siempre coincide con la realidad, es que el partido tenga acceso directo al presidente Evo Morales y sea central a la hora de elaborar las listas tanto para las elecciones nacionales como para las subnacionales.
En 2014 hubo tensiones esenciales en la conformación de las mismas, ya que apareció como primer senador, por ejemplo, Milcíades Peñaloza, empresario acaudalado y miembro prominente de ADN en la época de la democracia pactada. No sólo eso, sino que como tercero apareció Francisco Navajas, MNR de siempre y muy crítico con el presidente en épocas recientes. En diputados aparecieron nombres sorpresivos como la actual presidenta de la Brigada Jaqueline Mendieta, o el también converso Ignacio Soruco, que sin embargo debió ganarse su circunscripción voto a voto.
En 2015 las listas fueron algo más consensuadas, si bien se abrieron puertas a invitados y conversos. En cualquier caso, la elección de Pablo Canedo, miembro de la aristocracia chapaca más placera, provocó un cisma con las bases, aunque acabó alcanzando un 40 por ciento.
La conjura es que estas cosas no vuelvan a suceder. Los campesinos piden control del círculo, los militantes más a la izquierda piden compromiso ideológico con el proceso, pero todos son conscientes que lo primero es 2019 y que esta vez, quien no colabore, no tendrá espacio.
El perfil prototipo para la época electoral
Después de haber experimentado con líderes de provincias, como Roger Janko o René Sánchez que se acomodaron a un perfil bajo, la intención es que, esta vez, quien sea electo sea capaz de representar a las bases del partido y tenga formación ideológica para afrontar las coyunturas sin tener que pedir asesoramiento a La Paz o rescate en las autoridades electas.
Se manejan perfiles con dominio mediático, como Henry Párraga, pero también Eider Quiroga por la parte de los campesinos. Lo cierto es que el MAS necesita una primarias solventes en enero y en Tarija sus inscripciones están lejos de las esperadas, pero sobre todo requieren de alguien que pueda batirse en el debate público sin las contradicciones de ser autoridad electa ni beneficiario del Estado en alguna de sus causas.