En declaraciones a Efe, la activista e integrante de la protesta Olga Flores señaló que enviaron una carta a los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para pedir que se pronuncien “si se va a cumplir o no se va a cumplir” el resultado del referéndum del 21 de febrero de 2016, que negó la opción de reelección a Morales.

“Queremos saber si en la próxima papeleta electoral estará Evo (Morales)”, enfatizó Flores, que además consideró que, de ser así, no existirían condiciones para la celebración de “elecciones limpias”.

La activista recalcó que “está claro que tiene que cumplirse el referéndum”, por lo que el levantamiento de la huelga de hambre está supeditado a una respuesta, cualquiera que fuera.

La medida de presión está afincada con carpas y carteles frente a la sede principal del Tribunal Electoral en La Paz y cuenta con cinco huelguistas, que se fueron adhiriendo progresivamente al reclamo iniciado hace nueve días.

Por su lado, Óscar Rojas, que también es parte de la protesta, aseguró a Efe que lo que “se exige” al ente electoral es que respete la Constitución boliviana y “observe” la parte vinculante de la consulta popular de 2016.

Los vocales del órgano electoral declararon el mes pasado que tanto el referéndum como la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) de noviembre de 2017 que habilitó a Morales a la reelección indefinida son vinculantes, aunque se inhibieron de señalar sobre cuál de los dos aspectos tiene primacía sobre el otro.

El TSE determinó que el 27 de enero de 2019 se celebren elecciones primarias en las que los partidos políticos deben elegir a sus candidatos a presidente y vicepresidente, como lo ordena la Ley de Organizaciones Políticas recientemente promulgada por el Ejecutivo del país.

La entidad electoral advirtió que no fijará una posición sobre las candidaturas hasta el momento en que se conozcan los nombres de los postulantes a los primeros cargos del país, por lo que antes de que ello suceda no emitirá criterios al respecto.