La dirigencia anda preocupada por captar la mayor cantidad de militancia. Están por todos lados y a toda hora, incentivando a su militancia de base que también realicen tal actividad, con el propósito de mostrar una abultada inscripción, cuando no podrán captar ni siquiera a la mitad de la población en edad de votar.
Los partidos deben entender -aunque no lo quieren reconocer- que la mayor parte de los ciudadanos no militan en ninguna organización y no está dentro de sus prioridades el hacerlo, no significando ello que no les interesa la conformación de su gobierno.
Efectivamente, a la mayoría de los ciudadanos les interesa la conformación de los gobiernos, sin importar la militancia o ideología política. Esas personas antes de emitir el voto, se fijan en el candidato y en el programa de gobierno, por lo que la votación es cambiante. De allí que en algunas circunscripciones, por poner un ejemplo, a la presidencia votan por un partido y a los diputados a un candidato de otro partido, precisamente por fijarse en esos dos requisitos.
Los partidos no deben afanarse tanto en intentar lograr la mayor cantidad de votantes, porque está bien con el mínimo exigido por las autoridades electorales. Lo verdaderamente importante es lo señalado anteriormente, si pretenden obtener el triunfo electoral.
¿Es posible que algunos militantes voten por otro partido? es raro, pero es posible, ya que consideran que es mejor el plan de gobierno.