Medio: La Patria
Fecha de la publicación: viernes 14 de septiembre de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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El tradicional acto, que se realizó en conmemoración a los 208 años del grito libertario de Cochabamba, se convirtió en un campo de disputa entre gritos de "Bolivia dijo No" y expresiones de apoyo al partido en función de Gobierno.
El escándalo se registró con mayor énfasis después de que el vicepresidente Álvaro García Linera recibió una distinción y también cuando esta autoridad empezó su discurso.
Sin embargo, la bochornosa sesión no terminó sólo en eufóricas expresiones verbales, sino también en agresiones físicas en las que se vieron involucrados asambleístas departamentales.
Incluso la asambleísta departamental de Unidad Nacional, Claudia Bravo, fue desalojada del salón de la sesión por arengar "Bolivia dijo No", cuando el vicepresidente daba su discurso.
"No le faltan el respeto a Álvaro García Linera, le faltan el respeto a Cochabamba y eso es realmente vergonzoso", dijo la autoridad, mientras recibía los vítores de sus seguidores y un grupo de seguridad sacaba a Bravo del recinto.
En la ceremonia, que contó con la participación de autoridades nacionales y departamentales, no estuvo presente el Presidente Evo Morales, a pesar de que la autoridad entregó varias obras durante esta jornada.
El gobernador Iván Canelas y García Linera destacaron las inversiones millonarias que el Gobierno destinó para el departamento de Cochabamba, en el objetivo de contribuir en su desarrollo.
Entre tanto, en las calles adyacentes a la sesión, se observó un gran despliegue policial y asimismo marchas de protesta de varios grupos del 21F.
Las manifestaciones del 21F surgieron hace varios meses en todo el país, porque el oficialismo decidió volver a postular a Morales a la presidencia sin respetar el voto de la mayoría de los bolivianos expresado en el referendo de 2016.