“Como ministro de Gobierno pude trabajar, pero como presidente podré hacer mucho más”, afirmó Del Castillo en redes, en un intento por reforzar su imagen de gestor, a pesar de los cuestionamientos sobre por qué no impulsó esas medidas cuando era parte del gabinete.

Entre sus promesas están un diferimiento de créditos hasta fin de año, la apertura de empresas en 24 horas, y un alivio tributario para quienes están endeudados por la crisis económica. Incluso sugirió que el Banco Central deje de ser un obstáculo para enfrentar la actual situación del país, pidiendo al presidente Arce que actúe con urgencia.

Sin embargo, muchas de estas ideas han sido recibidas con escepticismo, ya que Del Castillo fue parte del actual Gobierno hasta hace pocas semanas, y las críticas apuntan a su falta de acción mientras estaba en funciones.

Consultado sobre ello en una entrevista televisiva, el exministro dijo que en su momento planteó varias propuestas, aunque no todas fueron aceptadas. Ahora, afirma que sus iniciativas no están dirigidas al presidente, sino al pueblo boliviano.