“Ya no se denomina TREP. Se llama Sirepre, esa es la denominación ahora. Es un sistema que nos va a permitir, en tiempo real, cuando culmine el proceso electoral, conocer los resultados de las mesas de votación”, explicó Ávila.

El Sirepre no será un conteo oficial -como establece la ley boliviana, que reserva ese rol al cómputo en sala-, pero permitirá una difusión preliminar amplia, segura y verificable de las actas, con múltiples controles cruzados de observadores y delegados políticos.

Participación ciudadana

Según detalló Ávila, el sistema funcionará con cientos de operadores contratados, quienes el día de la votación, una vez cerrada cada mesa y firmada el acta por jurados y delegados, tomarán una fotografía del acta y la subirán a una plataforma digital conectada al centro de cómputo del TSE.

“Esta imagen será remitida de inmediato a nuestro centro de cómputo, donde estarán presentes nuestros técnicos, los observadores internacionales y los delegados de los partidos políticos, haciendo control y monitoreo del proceso”, explicó el vocal electoral. El compromiso del TSE es publicar un primer reporte de resultados preliminares hacia las 20:00 horas del mismo día de los comicios. Para esa hora, la previsión es tener el 80% del total de votos procesados. Y si se mantiene ese ritmo, en dos o tres horas más se puede llegar al 100%.

A diferencia de lo ocurrido en 2019, cuando el TREP fue abruptamente suspendido, lo que desató una crisis política sin precedentes, el nuevo Sirepre tendrá transmisión continua, sin interrupciones, lo que según Ávila es una garantía fundamental de credibilidad: “La gran diferencia es que este sistema no va a ser suspendido ni cortado. Estará bajo control permanente y seguirá su flujo hasta culminar el trabajo. Además, el Sirepre ha sido aprobado mediante ley por la Asamblea Legislativa, lo cual otorga respaldo normativo”.

Simulacros y blindaje informático

El TSE realizará dos simulacros antes de la elección. Uno de ellos será un ensayo técnico con especialistas electorales, a fines de junio o inicios de julio, y el segundo será una simulación en tiempo real, que convocará a medios de comunicación, candidatos y organizaciones políticas.

“Vamos a mostrar cómo funcionará el sistema en tiempo real, con 9.000 funcionarios. Queremos que haya presencia de todas las partes interesadas”, aseguró Ávila.

Además, el Sirepre contará con mecanismos de ciberseguridad que serán supervisados por una empresa consultora independiente. Por razones estratégicas, no todos los protocolos serán públicos, pero el vocal garantizó que el sistema informático estará blindado ante intentos de hackeo o manipulación digital.

Control ciudadano

Uno de los aspectos más destacados del nuevo proceso electoral será la incorporación de tres medidas sin precedentes, que permitirán un control más directo por parte de plataformas ciudadanas y delegados partidarios:

1. Entrega previa de nómina de habilitados: 30 días antes del proceso electoral, el TSE entregará a los partidos la lista de ciudadanos habilitados por mesa y recinto electoral, protegiendo la privacidad de los datos personales.

2. Listas en manos de jurados y delegados: El día de la votación, los jurados y los delegados políticos recibirán la lista de habilitados por mesa. “Así podrán controlar que no voten personas fallecidas, extranjeras o sin documentos”, subrayó Ávila.

3. Publicidad del acta final de mesa: Tras concluir la votación y llenar el acta, los jurados deberán exponerla públicamente durante cinco minutos, permitiendo que cualquier ciudadano o plataforma pueda fotografiarla, filmarla o hacer el seguimiento correspondiente.

Con un sistema propio, controlado por el TSE, con la participación de plataformas, medios, partidos y observadores internacionales, el Sirepre se perfila como una de las piezas centrales para blindar las elecciones de 2025 frente a los errores del pasado y los desafíos del presente.