Medio: Oxígeno Digital
Fecha de la publicación: lunes 16 de junio de 2025
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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El país parece en calma, pero es el silencio que sigue a la
rendición y la bronca. Es 18 de agosto de 2025, ayer votamos en elecciones
generales y hoy confirmamos que nos derrotamos a nosotros mismos.
Andrónico Rodríguez ganó con el 41% sin necesidad de segunda
vuelta, ni de fraude. La maquinaria del poder apenas se movió. Fue la oposición
la que hizo el trabajo por ellos. Samuel Doria Medina: 21,73%. Jorge Tuto
Quiroga: 21,73%. Sin diferencia entre dos proyectos que compitieron por ego
entre ellos y no por nosotros, no por Bolivia. Las campañas fueron guerrillas
de cloaca, se traicionó la unidad, se traicionaron entre ellos, nos
traicionaron a nosotros. No había país en sus desproporcionadas ambiciones,
solo intereses, nada más que intereses.
Sin embargo, es imperdonable lo que nosotros hicimos, porque sabíamos. Sabíamos que dividir el voto era entregarle la victoria al régimen, sabíamos que el único antídoto contra esta maquinaria era el voto útil, el voto disciplinado. Sabíamos que había que votar por quien lideraba en las últimas encuestas oficiales, aunque fuera por una fracción. Era un acuerdo tácito, un pacto ciudadano no firmado, no lo cumplimos.
Cada quien prefirió confiar en su candidato como si este,
cualquiera que haya sido, tuviera algún merecimiento. Decidimos creer en
simulaciones disfrazadas de participación ciudadana. Elegimos dejarnos llevar
por pasiones y fanatismos absurdos, encuestas sin autor, por ejercicios
sesgados como los del Búnker que lo único que hicieron fue distorsionar y
confundir. Convertimos la democracia en el juego mortal de la ruleta rusa.
La izquierda radical
no nos venció, porque no era más fuerte, simplemente fue más paciente, fue
pragmática y no se dividió a la hora de votar; y nosotros… fragmentados,
impacientes, egoístas, les regalamos la victoria. ¡Mierda! De nada sirve
arrepentirnos ahora.
“El poder es mudo si no se responde con palabra”, y nosotros
que teníamos el voto como palabra, respondimos con traición a nosotros mismos,
cegados por los que nos vienen mintiendo por 20 años.
Es 18 de agosto de 2025, Andrónico es presidente. Hoy, el
silencio nos gobierna.