Medio: El Deber
Fecha de la publicación: viernes 13 de junio de 2025
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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He aquí una modesta guía para orientarse en el torbellino de candidatos. Hemos asumido como criterios la existencia de izquierda/derecha, autoritarismo/democracia y conservadurismo cultural/ modernidad.
1. El centro y el centro izquierda está claramente representado por Samuel Doria Medina quien es social demócrata, una tendencia muy marcada en Europa y en los años ´80 en América Latina.
En una visión de izquierda – derecha, corresponde al centro y/o al centroizquierda, porque como ex mirista considera que el Estado no debe intervenir en la actividad económica productiva, (salvo en las tres industrias definidas como estratégicas) pero sí debe actuar como garante de la igualdad de oportunidades, por ello interviene básicamente en educación, salud vivienda y apoyo a los sectores productivos para que todos los ciudadanos puedan partir con las mismas posibilidades. Este planteamiento se sostiene en el carácter colaborativo de nuestra especie.
Plantea zafarse de la economía extractivista promoviendo otras actividades económicas con posibilidades como la pequeña industria, los servicios y el turismo.
No resulta muy coherente con esta descripción la alianza con Creemos, organización mas bien conservadora y de carácter marcadamente regional.
2. El centro y centro derecha está ocupado claramente por Jorge “Tuto” Quiroga, heredero de Hugo Banzer, es decir de ADN. Se puede definir como de centro derecha, por su relación y fe en los organismos internacionales como el FMI para resolver la crítica situación económica.
Su marcado enfoque monetarista, tecnocrático y tecnológico, así como culturalmente moderno, no corresponde al enfoque culturalmente conservador de muchos de sus seguidores que son radicales, antiglobalizadores y “conspiracionistas”, sobre todo en Santa Cruz, su plaza fuerte. Sin embargo él, reiteramos, se mueve dentro de la modernidad.
3. La derecha liberal y/o libertaria, llamada también radical o anarcoliberal ha tenido un gran crecimiento en América Latina y el mundo, es en realidad una forma de individualismo radical. Concibe al Estado solo y exclusivamente como protector de los bienes y libertades individuales, nada mas.
No acepta los impuestos porque los considera una forma de despojo, tampoco aceptan que la educación o la salud sean tareas del Estado y consideran que las desigualdades y falencias solo pueden ser cubiertas voluntariamente mediante la beneficencia como decisión individual.
No acepta la existencia de empresas estatales estratégicas e insiste que el Estado no debe absolutamente intervenir en la economía nacional. No ve con buenos ojos la elaboración de planes estatales de desarrollo.
Milei es el representante latinoamericano de este enfoque.
Esta forma de liberalismo puede ser o no ser de carácter autoritario, según las condiciones políticas del país.
4. La izquierda del socialismo del siglo XXI en realidad es una reedición del estalinismo soviético de los años 30, retocado por la experiencia cubana, por tanto de carácter marcadamente autoritario y de manejo estatal total de la economía.
Este esquema se aplica hoy en América Latina con una diferencia fundamental: en lugar de llegar al poder mediante la revuelta de las masas o la guerrilla, lo hace utilizando los mecanismos de la democracia burguesa para luego destruirla desde dentro, un enfoque ya planteado por Lenin en su obra “¿qué hacer?”.
Después de una primera onda de éxitos, esta ideología aparece como fragmentada en dos: Cuba, Venezuela y Nicaragua son su fachada atrozmente represiva y autoritaria, mientras que Brasil, Chile y Uruguay se presentan como una izquierda conciliadora, no autoritaria, con un Estado asistencial que convive con el capital y el mercado.
Bolivia como en todo, se ha mantenido en la ambigüedad: autoritaria y estatista en muchos aspectos, pero manteniendo por lo menos formalmente algunas libertades individuales, mientras no molesten demasiado…es el MAS, en sus varias ramas.
5. No existen candidatos para una izquierda democrática, como Chile o Uruguay o los partidos comunistas europeos. El MAS como “mal ejemplo” de la izquierda, con su pésima gestión se ha ocupado de hacer desaparecer esa opción electoral.
6. Tampoco existe una clara propuesta autoritaria y de extrema derecha, aunque como es evidente no faltan los que apoyarían esa alternativa pero, reiteramos no hay candidato alguno que lo plantee.