Los últimos días, hemos sido testigos de una situación kafkiana, los miembros del TSE tienen miedo (no hay otro vocablo) de reunirse y trabajar en su domicilio legal que es La Paz, donde con una policía nacional muy suave, comprensible y hasta se podría decir, sospechosamente cómplice, permiten que hordas de personas que, además no saben o no entienden para que están ahí, se amontonan en la puerta de las instalaciones del TSE y con bulla, por ahora petardos o pausas, están entorpeciendo las labores del TSE. Los miembros de este tribunal, no sé cómo saldrán o será que no están adentro, se vienen a reunir en las instalaciones de la CDE en Santa Cruz. O sea, la máxima autoridad que maneja el importante y necesario proceso electoral, tiene que andar a las escapadas, porque una turba de ignorantes mandado por otro, les hacen bulla y los asustan, porque no existe una autoridad policial que los resguarde y les permita reunirse civilizadamente.

No hay una lógica explicación en un país serio, pero en el nuestro, además, es el pan de cada día.

Y hablando de absurdos, en este país, debe ser el único en el mundo, hay que reunirse para pactar cumplir la ley. El mismo TSE esta convocando a una reunión (la segunda) con todas las instituciones y políticos que deben ver el tema de las elecciones generales, para que -increíblemente- se comprometan a cumplir la ley, desconociendo -obviamente- que cumplir la ley no se pacta, simplemente hay que cumplirla, y acá, nos encontramos con esa triste realidad boliviana, los asistentes se obligan, se comprometen y si fuera necesario, podrían hasta jurar, a cumplir la ley. Apenas salen de la reunión cumbre y con la presencia de los jerarcas del momento, siguen en lo que venían haciendo se cumpla o no la ley.