Desde la anulación de las denominadas “leyes incendiarias” hasta la creación de un Defensor de la Madre Tierra, estas son algunas de las principales propuestas en materia medioambiental de los partidos políticos y alianzas que se encaminan a los comicios presidenciales del próximo 17 de agosto.

Visión 360 hizo una sistematización de las ofertas referidas al medio ambiente, el desarrollo sostenible y la lucha contra los incendios forestales que están contempladas en los planes de gobierno que los frentes presentaron al Tribunal Supremo Electoral (TSE). Puede revisarlas, haciendo en clik, en la siguiente infografía digital.

Si bien nueve de los 10 planes (excepto el de la alianza Libertad y Progreso – ADN) coinciden en la necesidad de la conservación y restauración socioambiental, se diferencian por las medidas a las que recurren para lograr estos objetivos. En medio, plantean iniciativas que no dejan de ser interesantes.

La alianza Unidad, que postula a Samuel Doria Medina, propone “deforestación cero” hasta 2030 y penas de hasta 30 años de cárcel para quienes provoquen incendios intencionales, destruyan ecosistemas o cometan delitos ambientales.

La Alianza Popular, que tiene como su candidato a Andrónico Rodríguez, propone la creación de un Defensor de la Madre Tierra, que sería una autoridad autónoma con capacidad para iniciar acciones legales. La alianza Libertad y Democracia, que va con Jorge Quiroga, propone una política “estricta” contra los incendios.

El  Partido Demócrata Cristiano (PDC) que presentó como candidato a la Presidencia a Rodrigo Paz, es el único que plantea la abrogación de las “leyes incendiarias”, que son normas que en lugar de prohibir o restringir el uso del fuego en áreas forestales y agrícolas, lo incentivan o facilitan, con el objetivo de expandir la frontera agrícola y ganadera.

Nueva Generación Patriótica (NGP), que va con Jaime Dunn como candidato a la Presidencia, propone “quemas cero”.

El Movimiento de Renovación Nacional (Morena) de la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, impulsa una nueva Ley de Derechos de la Madre Tierra y control de los incendios forestales.

Autonomía Para Bolivia- Súmate (ABP-Súmate), que va con Manfred Reyes Villa, habla de prevención de incendios y la restauración activa de bosques, entre otros aspectos.

De acuerdo con el informe denominado Tras las huellas del fuego, elaborado por la Organización No Gubernamental (ONG) Fundación Tierra, durante 2024, las llamas alcanzaron niveles sin precedentes, con 12,6 millones de hectáreas afectadas en el territorio nacional, constituyéndose en la cifra más alta en la historia del país y con un impacto ambiental devastador en la medida en que el fuego consumió 7,6 millones de hectáreas de bosque.

Santa Cruz fue el departamento más afectado, con una superficie quemada que asciende a 8,5 millones de hectáreas, que representa el 68% con respecto al total nacional. El segundo departamento más afectado es Beni, con una superficie quemada de 3,4 millones de hectáreas, equivalentes al 28% del total. Ambas regiones concentran el 96% de la superficie quemada en Bolivia.

El análisis y los desafíos
Para Marlene Quintanilla, directora de Investigación y Gestión del Conocimiento de la Fundación Amigos de la Naturaleza, las propuestas de los partidos políticos y alianzas son aún “superficiales” porque se quedan en mitigar o disminuir, por ejemplo, la afectación de los incendios, y no ingresan en el fondo del asunto.

Quintanilla dijo a Visión 360  que entrar en esa “profundidad” que se requiere al hablar de temas medioambientales es apuntar a la seguridad jurídica de los bosques, lo que tiene que ver con conceptos desde la titulación de tierras, porque muchas veces se concibe al bosque como un “estorbo” y se termina eliminándolo para asegurar el derecho propietario de un predio.

Agregó que Bolivia es un país forestal porque el 50% de sus tierras es bosque, por lo que debería haber una política para su manejo, como la exportación de madera, pero bajo el manejo forestal.

“Hace 25 años, Bolivia estaba logrando certificar sus bosques con el manejo sostenible; entonces creo que es necesario mirar esto”, mencionó.

Consideró que, por ejemplo, plantear “deforestación cero” o “quemas cero” pueden ser propuestas “interesantes”, pero es “casi imposible” que se cumplan porque hay sectores agrícolas y pecuarios que van creciendo y en este momento se está apostando por el sector empresarial, el cual tiene oportunidades para exportar productos.

“Si bien creo que reducir la deforestación, los incendios, es una propuesta interesante, no la desvalorizo, pero en la realidad vemos que, a nivel global, incluso países mucho más desarrollados que Bolivia, como Brasil, no han logrado cumplir esta meta”, aseguró.

Cuestionó también que el cambio climático se ve como “algo externo” y no se están generando políticas de adaptación dirigidas a las comunidades, pese a que Bolivia es uno de los 10 países con mayor vulnerabilidad a los efectos, lo que tiene relación con la capacidad adaptativa de las personas y comunidades que están en puntos alejados donde ni siquiera se cuenta con agua.

Señaló que el componente hídrico también es fundamental, tomando en cuenta que en los próximos años fruto de las sequías y las presiones que reciben los bosques habrá un impacto sobre los acuíferos.
“Entonces, el próximo Gobierno realmente tiene una tarea titánica de una actualización del marco normativo, pero no solo en papel; todo este marco legal tiene que estar acorde a esta realidad ambiental actual, y tiene que haber una gran inversión en el tema de la fiscalización”, dijo.

En criterio de Alex Villca, vocero de la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas de Bolivia (Contiocap), los candidatos están dando poca importancia al tema del medio ambiente. “No hemos conocido hasta ahora una propuesta seria y responsable”, indicó, sobre todo en referencia a los territorios indígenas y áreas protegidas, que guardan la mayor riqueza natural y cultural del pueblo boliviano.

Dijo que si no hay un cambio sustancial en el modelo económico, que es la vértebra fundamental, y que está “induciendo” a la destrucción de la naturaleza y también poniendo en alto riesgo de exterminio a los pueblos indígenas, esta situación no va a cambiar.

El especialista indicó que la atención de estos temas no pasa solo por la modificación de normas que muchas veces pueden intentar en su contenido dar un beneficio, pero en la práctica no tienen ese mismo alcance.

“Si nosotros no hacemos un esfuerzo por transitar del modelo económico que tienen sus bases en el extractivismo, a uno que sea posextractivista, es decir, que vaya dejando en el pasado esta forma de extracción de los recursos naturales en su forma primaria, la destrucción, el deterioro, la pérdida de los recursos naturales, la biodiversidad y la contaminación, van a seguir campeantes en nuestro país”, dijo a Visión 360.

En la línea de Quintanilla, el vocero de la Contiocap consideró que plantear “quema cero” o “deforestación cero” es “demagogia” porque se tiene la experiencia de los últimos años, desde el gobierno de Evo Morales, Jeanine Añez y Luis Arce, en los que no se derogó el denominado “paquete incendiario”, y tampoco se hizo mucho en este tema.

“No podemos confiar en las propuestas que salen de los distintos frentes políticos o agrupaciones ciudadanas, sino, creo que una tarea muy importante será aquella que tiene que jugar la sociedad civil y las universidades”, mencionó el vocero.

Ambos sectores, dijo, deben ser parte de la construcción de los principios rectores o las directrices que tienen que permitir lograr un cambio sustancial. “No más destrucción del patrimonio natural y cultural, y encaminarnos a actividades que permitan la protección, el cuidado y el resguardo del patrimonio natural y cultural que aún guarda el territorio nacional”, dijo.